Todos hemos tenido noches de esas en las que parece que estamos pegados a un mando. Nos sudan las manos, nos duelen los ojos, ni siquiera sabemos lo que está haciendo nuestro personaje, pero a esas alturas no vas a dejar la partida si no es para cargar el mando media hora y seguir dándole, ¿no? Bueno, pues por mucho que hayas jugado, te aseguro que te vas a sentir mucho mejor al saber que hay gente aún más enganchada que tú. Por favor, no te lo tomes como un reto.
Maratón de vicio
Es el caso de Kory Breaden, un habitante de Nanaimo, en Canadá, que un día de agosto se sentó a hacer un streaming de ‘Call of Duty: Warzone’ en su PS5. No se volvería a levantar de su silla hasta 145 horas, 29 minutos y 41 segundos después. Haz las cuentas: algo más de seis días sin hacer otra cosa aparte de jugar ‘Call of Duty’. Si en Activision no le mandaron una almohada para la siesta de después, deberían haberlo hecho.
Para que no haya trampa ni cartón, Breaden lo mostró en su canal de Twitch: solo tenía derecho a 10 minutos de descanso por cada hora de juego, que era acumulable: si jugaba seis horas seguidas, tenía derecho a dormir una. ¡Así cualquiera! Al final, en seis días, durmió unas once horas y media, y aguantó este estado entre la vida y el sueño tomando comida basura para poder resistir. Por el camino tuvo lesiones en su pulgar izquierdo, que acabó con moratones, y tuvo que ponerse de fondo ‘John Wick’ para que los tiros le despertaran. Sí, los del juego eran pocos, aparentemente.
No es el único con un récord imposible jugando a videojuegos, aunque en este caso de baile: Carrie Swiderski, una mujer de California, jugó a ‘Just Dance 4’ durante 49 horas, 3 minutos y 22 segundos. Si ya acabas exhausto después de dos horas, imagina estar dale que te pego durante dos días y pico. Convalida el gimnasio de todo el año, ¿verdad?
