El último año se está convirtiendo en toda una delicia para los fans de la ciencia ficción. Desde sorprendentes películas como Civil War, que consiguen conquistar la taquilla sin que nadie se lo esperara, hasta series exitosas como Fallout, no dejan de surgir ficciones a la altura del fandom. Esto ocurre con más fuerza en las plataformas, donde marcas como Apple TV+ están haciendo del sci-fi su marca de la casa.
Pero no solo son novedades las que nos llegan a las plataformas para que corramos a verlas. También se están estrenando constantemente clásicos de la ciencia ficción en servicios de VOD como Amazon Prime Video, HBO Max o, por supuesto, Netflix. La plataforma de Ted Sarandos acaba de estrenar una película que ya es un clásico de la ciencia ficción juvenil: El corredor del laberinto.
Estrenada en 2014 tras la estela de sagas como Los Juegos del Hambre o Divergente, El corredor del laberinto sorprendió por la originalidad de su trama. Posteriormente tuvo dos secuelas, en 2015 y 2018, y aunque no tuvieron el impacto ni el éxito de la primera, terminaron de conformar una historia muy llamativa en el contexto de las distopías juveniles de la época.
Una historia que sigue funcionando una década después
Basada en la exitosa novela de James Dashner titulada de manera homónima, El corredor del laberinto sigue a un grupo de jóvenes que se despiertan en un claro rodeado por un gigantesco laberinto, sin recordar quiénes son ni cómo llegaron allí. Pronto descubren que están atrapados en un lugar llamado El Área, donde deben encontrar la salida del laberinto para descubrir la verdad sobre su situación.
Sin embargo, el laberinto está lleno de peligros, incluidos monstruosas criaturas llamadas Laceradores que acechan en las sombras. Con el liderazgo de Thomas, interpretado por el ya entonces prometedor Dylan O’Brien conocido por Teen Wolf, el grupo se embarca en una peligrosa misión para descubrir los secretos del laberinto y encontrar una salida antes de que sea demasiado tarde.
Más allá de Dylan O’Brien, el elenco cuenta con estrellas de los 2010 como son Kaya Scodelario, Thomas Brodie-Sangster y Ki Hong Lee, quienes interpretan a una ristra de personajes sorprendentemente bien definidos… sobre todo si tenemos en cuenta referencias directamente anteriores como Divergente.
En un revisionado de El corredor del laberinto se pueden encontrar todo tipo de detalles que hacen que la película, en realidad, sea vista como algo bastante mejor de lo que nos pareció en su día. Y es que, sobre todo la primera parte, cuenta con una pulsión narrativa muy eficaz. La tensión se palpa en cada escena, ya sea mientras los corredores intentan navegar por el laberinto o mientras luchan contra los peligrosos Laceradores que los persiguen.
Wes Ball, quien ha sido elegido como el futuro director de la adaptación cinematográfica de The Legend of Zelda, sorprende con una dirección capaz de crear una atmósfera inquietante y claustrofóbica que nos sumerge por completo en el mundo opresivo y misterioso del Área. Además, la fotografía es visualmente retadora, y los efectos visuales contribuyen a la inmersión en la historia.
El guión, finalmente, no se hace tan pesaroso como podría parecer en un principio. Si bien es cierto que se juega todas las cartas en un giro final del que ya no pueden aprovecharse sus secuelas, en todo momento juegan bien sus cartas para presentarnos a los personajes, llevarlos a sus propios límites y explorar sus relaciones.
Sin duda, El corredor del laberinto es una bonita sorpresa que diez años después de su lanzamiento sigue funcionando de forma sorprendente. Recomiendo echarle un ojo a los fans de la ciencia ficción, ya sea juvenil o más sesuda.
