Si ya peinas canas probablemente te acuerdes de un anuncio donde una voz femenina cantaba “Mister Proper fue al principio, ahora se llama Don Limpio”. Era 1996 y en Procter & Gamble decidieron ponerle en España el mismo nombre que en Estados Unidos (Mr. Clean) o en México (Maestro Limpio). Si tienes añoranza, eso sí, Mister Proper aún existe en Bulgaria, Rusia o Kazakhstan. Tú verás si te sale a cuenta la nostalgia.
De verdad Don Limpio
Curiosamente, en Reino Unido e Irlanda ya hay otro producto que se llama Mr. Clean, así que allí no le queda otra que llamarse Flash, como el superhéroe de DC. Eso sí, pocos hay que vean al hombre musculoso y sonriente, que ha sido representado normalmente como un genio de la limpieza, y no reconozcan a Don Limpio. Lo que pocos saben es que es la mascota tiene nombre y “Limpio” es solo es su apellido. El culpable, un concurso que no salió bien.
Vámonos hasta 1957, cuando en una agencia de publicidad de Chicago idearon al personaje un año antes de que la marca saliera al mercado. El personaje tuvo tanto éxito en los anuncios que en 1962 la marca decidió hacer un concurso para darle nombre. En la publicidad sugerían distintos nombres como Maynard, Waldo, Baldwin o hasta Napoleón (literalmente, “porque conquista la suciedad”). La gente lo vio y dijo “Sí, mira, no”.
Y el premio era espectacular: una casa con todo lo que hay dentro por valor de 30.000 dólares o, si no, los 30.000 dólares contantes y sonantes. Por hacernos una idea, es el equivalente actual, teniendo en cuenta la inflación, de 304.000 dólares. Todo por poner un nombre a una mascota. Ah, sí, además, había 1000 segundos premios consistentes en una radio portátil. Perdón si, viendo la casa, no me emociono.
El nombre que ganó fue “Veritably”. O sea, “Verdaderamente”. “Mr. Verdaderamente Limpio”. Espero, francamente, que la casa se disfrutara muchísimo. Nunca se ganó tanto con menos.
