Tiempos muy convulsos para Bungie Studios. Esta misma semana se conocía que unos 100 trabajadores de la empresa serían despedidos, lo que equivale al 8 % de la plantilla. Esta noticia venía acompañada, además, del retraso de su próximo juego, Marathon, y de la cancelación de la fecha de lanzamiento para Destiny 2: La forma final, la nueva expansión del juego que estaba prevista para el 27 de febrero de 2024. Pero esto no es lo peor que le ha ocurrido al juego.
En un reciente artículo publicado en su propia página web, con el título de Rumbo al futuro, el estudio confirma algo que ya intuíamos después de todos los movimientos de estos últimos meses: “Hemos perdido gran parte de vuestra confianza (los jugadores)”.
“Ha sido una de las semanas más complicadas en la historia de nuestro estudio, dado que hemos tenido que despedir a gente respetada y admirada por nosotros. Llevamos toda esta semana apoyándonos mutuamente, no sólo a los que siguen dentro del estudio, sino también a los amigos y compañeros que ya no forman parte de este”, puntualizan.
Si algo ha sucedido con Destiny 2 es que las últimas actualizaciones no han terminado de rendir todo lo bien que se esperaba. El estudio es consciente de ello, ya que apunta que expansión o contenido “deben sorprender y hacer disfrutar“, y que “si bien no siempre lo hemos conseguido, eso va a cambiar“.
Cuando se ponga a la venta La forma final, Destiny 2 dirá adiós a la saga Luz y Oscuridad, arrancada hace ya una década. Desde Bungie indican que estará “a la altura de los mejores juegos que hemos hecho nunca”, la clave está en que ahora pesos pesados de la producción ya no estarán trabajando ahí.
