Cuando ‘One Piece’ se estrenó originalmente, lo hizo como tantas otras series de anime en Japón: sin temor a enseñar sangre, muertes, puñetazos grotescos y situaciones límite. Pero, por algún motivo, a 4Kids, la cadena que empezó emitiéndola en Estados Unidos, se la colaron como una serie infantil. Y al tener el programa en sus manos, no supieron qué demonios hacer con él. ¿Un protagonista fumando todo el rato? ¿Pistolas? ¿Amenazas? ¿Muerte? No pegaba con el ambiente blanco del canal. Algo había que hacer.
Sanji Piruletas
Para empezar, Sanji ya no estaría fumando, sino que sería un ávido gourmet de Chupa-Chups. Después, la pistola con la que Helmeppo amenazaba a Coby se convertiría en un extraño aparato para dar cachiporrazos. Finalmente, toda la sangre sería quitada digitalmente, le pondrían un corcho a las pistolas y se inventarían casi por completo los diálogos para hacerla amigable para los niños. En fin.
Puedes comprobar, episodio a episodio, la censura más absurda posible llevada a cabo por los americanos, desde poner tiritas donde debería haber sangre hasta que Luffy de patadas en la espinilla en lugar de en los genitales. ¡Incluso hay personajes que pasan de ser negros a blancos y tapan cualquier tipo de mínimo escote que pueda aparecer a lo largo del anime! Todo son cambios absurdos, pero hay uno que se lleva la palma porque, sin querer, acaba siendo mucho más terrible.
En la saga de Crocodile, vemos un flashback en el que la madre de Nami, Bell-mere, es asesinada por los villanos de la función de un disparo en la cabeza. A sangre fría. Pum. Sin embargo, en 4Kids pensaron que esto era demasiado para los pobres corazones de los niños americanos, y decidieron que el personaje fuera encerrado de por vida. ¿El problema? Que nunca fue rescatado ni supimos de ella, así que todo lo que podemos deducir es que murió de hambre y en soledad, años después, en una celda. ¿Cómo es eso mejor y menos sádico que la versión original?
No fue la primera vez que ocultaban una muerte: Kuina, el motivo de Zoro para convertirse en el mejor espadachín del mundo, no fallecía tampoco en esta versión. Ah, sí: para redondearlo todo, en 4Kids decidieron que a ‘One Piece’ le hacía falta un rap y cambiaron el opening clásico por… bueno, os aconsejo que lo veáis en YouTube. Llegaron solo a 143 episodios antes de pasarle el marrón a Funimation, que continuó con la censura pero al menos mejoró lo visto anteriormente. Estados Unidos: definitivamente, un país que hay.
