Todos conocemos la norma de “no matar” que tienen superhéroes como Batman o Spiderman (aunque, francamente, resulta difícil creer que los enemigos vayan a recuperarse de algunas salvajadas que han hecho en los cómics). Eiichiro Oda también decidió que, a diferencia de Son Goku y otros héroes de shonen, Luffy, el protagonista de ‘One Piece’, no debería acabar con la vida de nadie. Eso sí: eso no significa que lo haga todo por la paz y la armonía.
El rey de los piratas (vivos)
Desde su primer gran enfrentamiento contra Arlong, al que rompió los dientes y mandó por los aires, Luffy ha dejado vivos a todos aquellos con los que se ha enfrentado. Pero no es por un motivo heroico, al estilo de “Nos volveremos a enfrentar”, sino más bien una muesca en su camino hasta convertirse en el Rey de los Piratas.
Fue el propio autor, Oda, el que lo explicó: “En su era, los hombres viven por sus creencias y arriesgan su vida para defenderlas. Luffy rompe las creencias de sus enemigos al vencerles. Para ellos, sufrir la derrota y sentir que destruyen aquello en lo que creen es tan malo como la muerte. Matar sus cuerpos no importa. Creo que, como piratas, Luffy y sus enemigos se preocupan más de la victoria y la derrota de lo que se preocupan por sus propias vidas”.
¿Es posible que Luffy consiga el One Piece sin matar a nadie por el camino? De momento todos sus enemigos, incluyendo el Capitán Morgan, están vivos en algún lugar del mapa… Y aunque ha prometido que estamos entrando en la saga final, no sería nada extraño que aún tuviéramos unos cuantos episodios especiales contándonos qué pasó después de la humillación. ¿Alguien cree de verdad que el manga va a terminar en los próximos dos años?