La compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft ya se ha oficializado. Después de meses y meses repletos de informaciones, el acuerdo se ha terminado sellando y la compañía de Call of Duty ya forma parte del gigante verde. Ahora bien, para llegar hasta este puerto ha sido necesario dejar mucho de lado, entre ello el juego en streaming en manos de Ubisoft. ¿Pero cómo funcionará este acuerdo?
La empresa francesa ha publicado un extenso documento donde explica todos los pormenores del asunto. Para empezar, lo que ya sabíamos: el acuerdo durará los próximos 15 años. Esto significa que durante década y media, Ubisoft se asegura los derechos de streaming en la nube de los juegos de Activision Blizzard, así como todos sus contenidos descargables o aquello que lancen. Y cuando decimos “todos” es literalmente “todos”.
Con el acuerdo sellado, los derechos obtenidos no sólo son los de los videojuegos actuales en el mercado o lanzados con anterioridad, sino también los que están por venir. De esta manera, todos los títulos comercializados de aquí a 15 años también forman parte de Ubisoft a nivel de derechos. Por ejemplo, el Call of Duty de turno de 2024, los derechos en streaming serán para Ubisoft.
Como curiosidad, Ubisoft también tendrá los derechos de los juegos en streaming una vez terminen estos 15 años. En otras palabras y tirando de nuevo a un ejemplo, que el Call of Duty de 2027 pertenecerá a Ubisoft una vez el acuerdo se acabe, ya que se publicó mientras el acuerdo estaba vigente.
¿Dónde aparecen los juegos?
Según ha comunicado la compañía francesa, todos los juegos llegarán a Ubisoft+. De momento, no hay fecha estimada de lanzamiento, aunque se apunta a que aterrizarán en el sistema lo más pronto posible. Por tanto, y teniendo en cuenta el punto en el que nos encontramos, todo señala a 2024 como año elegido.
La cesión a Ubisoft de los derechos de los juegos de Activision Blizzard tendrá lugar en todo el mundo excepto en Europa. En el Viejo Continente, Microsoft está obligada a ceder los derechos en streaming a cualquier compañía que se lo demande (siempre con un acuerdo, claro). De esta manera, si viniera una empresa a solicitárselo, esta tendría que sentarse a negociar.