Todos los coches que salen al mercado tienen que certificar una serie de parámetros. Por ejemplo, sus emisiones por kilómetro o su seguridad ante accidentes.
La autonomía es otro de esos valores clave que los fabricantes deben proporcionar antes de recibir el aprobado por parte de las agencias oficiales. Pero, en este caso, necesitan de un tercero que valide sus pruebas.
Hoy te explicamos cómo calculan en Estados Unidos la autonomía que tiene un coche, ya sea este un vehículo de gasolina o uno eléctrico.
El inicio de las pruebas de kilometraje de la EPA
La EPA (Agencia de Protección del Medio Ambiente de EE.UU.) empezó a probar el consumo de combustible de los vehículos en 1971, y esas pruebas iniciales siguen desempeñando un papel importante en la forma en que se miden los coches modernos.
El año anterior, el presidente Richard Nixon firmó la Ley Nacional de Política Medioambiental de 1969 (seguida de la Ley de Aire Limpio de 1970) y estableció la EPA con un mandato que incluía la reducción de las emisiones de los vehículos de motor.
Parte del plan de la EPA para reducir las emisiones consistía en informar a los compradores de la cantidad de combustible que consumiría un coche para que pudieran comparar precios de forma eficaz.
Las pruebas empezaron con una ruta denominada Procedimiento Federal de Pruebas. La EPA adoptó una ruta de 11 millas (18 km) que se hizo originalmente en carreteras reales de Los Ángeles. La ruta tenía una velocidad media de 34 km/h (21 millas por hora) y una velocidad máxima de 90 km/h (56 mph). Se midieron las emisiones del tubo de escape, se calculó el consumo de combustible y nació la clasificación de consumo de combustible “en ciudad”.
Cuando se añadió la prueba de consumo en carretera de 16 km (10 millas) en 1974, las pruebas se realizaban en un dinamómetro de laboratorio. Realizar las pruebas en el banco de potencia las hacía más consistentes y fáciles de repetir, aunque no era perfecto.
A lo largo de los años, se introdujeron pequeños cambios y ajustes, pero el cambio más importante se anunció en 2005. Ese año, la EPA anunció cambios en la prueba para adaptarla a las nuevas velocidades en autopista, tener en cuenta el uso de la calefacción y el aire acondicionado y hacerla más acorde con la conducción real.
Los conductores no eran capaces de alcanzar las cifras publicadas, y la EPA quería solucionarlo. El sistema se introdujo para el modelo del año 2008 y es, en gran medida, el que utilizamos hoy en día.
Prueba de autonomía para los coches eléctricos
Hoy en día, los fabricantes de automóviles tienen dos opciones de prueba diferentes para los vehículos eléctricos.
El fabricante puede decidir realizar una prueba de “ciclo único”. En esta prueba, el coche recorre el ciclo urbano de la EPA una y otra vez hasta que se agota la carga y, a continuación, hace lo mismo en el ciclo de autopista, empezando con la carga completa. El proceso se repite para comprobar la fiabilidad.
La alternativa es que el fabricante de automóviles realice una prueba multiciclo que complete cuatro ciclos en ciudad, dos ciclos en autopista y dos ciclos a velocidad constante.
