Los años 90 fueron una época para recordar. Durante el último período entre el siglo XX y el XXI vivimos el auge de nuevas tecnologías, los teléfonos, Internet en casa y lo más importante: la llegada de Curro a nuestras vidas (símbolo de la Expo 92 y protagonista perpetuo de las toallas de millones de españoles).
Si decidimos adentrarnos en el campo de lo tech, es imposible no mencionar a Apple. No obstante, la empresa que revolucionó el sector móvil con su iPhone no recordará con mucho agrado los años 90.
Es verdad que ahora solo vemos a Apple bañarse en dinero, pero lo cierto es que la empresa también lo ha pasado canutas. Tras la marcha accidentada de Steve Jobs en 1985, la compañía de la manzana mordida encadenó un fracaso tras otro. El Apple Newton, el Macintosh TV o Pippin (la consola de Apple) fueron solo algunos de los “experimentos” que no tuvieron la acogida esperada, ni de ventas ni de críticas.
A pesar de que muchos de estos fallos llevaron a los de Cupertino al borde la quiebra, también hay que reconocer una cosa: fue una época donde la empresa estaba más dispuesta a tomar riesgos y a salirse de lo establecido. Y es que en su afán de probar otras vertientes de mercado, Apple decidió asomar la patita en el mundo del automóvil.
Si, mucho se habla del rumoreado futuro vehículo de Apple, pero pocos saben que la marca ya “tuvo su propio coche” (más o menos).
Renault y Apple, el crossover que nunca esperaste ver
La cúpula directiva de Apple quería atraer clientes como fuese. En lo tecnológico la cosa no iba muy bien, así que, ¿por qué no probar suerte con los coches? Una de sus “estrategias” consistió en firmar un acuerdo con Renault, pero tampoco llegaría a tanto como para construir y diseñar un coche desde cero. Sin embargo, el trato iría un poco más allá de estampar el logo de la manzana en una carrocería cualquiera.
Conoce al Renault Clio RSi Apple. Así se llamó este modelo, que se trataba básicamente de un Renault Clio RSi. Con la compra de este Clio, Apple te incluía un Macintosh PowerBook 190, un móvil con conexión GSM (que servía para dar Internet al Powerbook) y de regalo, 500 MB de conexión. Es probable que pienses que 500 MB es una birria, pero con esa cantidad te sobraba y bastaba para hacer lo que quisieras por la Internet primigenia.
La versión de este Clio pasó sin pena ni gloria y de momento, se queda como una anécdota curiosa dentro del currículo de Apple. ¿Te hubieras comprado este coche en su momento?
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