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Análisis de Shenmue 3: Una secuela excelentemente fiel de una saga clásica

Análisis de Shenmue 3: Una secuela excelentemente fiel de una saga clásica
Daniel Caceres

Daniel Caceres

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El pueblecito de Bailu es un lugar perdido en el tiempo. Sus gentes viven pausadamente sus rutinas, ajenos a la década en la que se encuentran. Cuidan de sus arrozales, van al templo budista a rezar sus humildes plegarias. ¿El evento más polémico de la semana? Una discusión acalorada en la plaza del pueblo debido a la ligera subida de precio en la verdulería local.

Muchas series de videojuegos han regresado de sus grandes letargos de forma explosiva, épica, cinematográfica. Que Shenmue 3 reemprenda su historia tras casi dos décadas de pausa en un ambiente tan introspectivo, pacífico y tranquilo es toda una declaración de intenciones: para bien y para mal, esta serie no piensa doblegarse a las modas del presente.

Shenmue 3 da comienzo como si no hubiera pasado nada. Y es todo un gran acierto por parte de Yu Suzuki, la mente maestra detrás de la franquicia. Los Shenmue siempre han sido juegos de la categoría “o los amas o los odias” debido a su ritmo deliberadamente lento pero necesario para contar historias emotivas y contemplativas donde las estrellas son las relaciones humanas. No son juegos pensados para aquellos que necesitan acción y respuestas constantes. Haber inclinado la balanza jugable para satisfacer a esta audiencia hubiera destruido completamente la saga.

Shenmue 3 no ha llegado para cambiar de opinión de sus detractores, sino para cumplir una promesa: seguir las aventuras de Ryo mientras busca el paradero del asesino de su padre. La aventura da comienzo en el final de la entrega anterior. Ryo y su inesperada aliada, la joven Shenhua, han dado con una cueva mientras buscan al padre desaparecido de esta última. Dentro, descubren dos grandes versiones esculpidas en piedra de los Espejos Dragón y Fénix y una profecía obtusa sobre un hombre venido de tierras lejanas. Ryo accederá a acompañar a Shenhua a su pueblo, Bailu, para descubrir el paradero de su padre.

Nos encontramos ante un juego principalmente detectivesco. Pasarás la mayor parte de tus partidas interrogando al personal, atando cabos entre pista y pista… De tanto en cuanto, Ryo tendrá que pelear contra alguien a través de un sistema de combos de artes marciales que ha recibido la depuración mínima para seguir siendo intuitivo y complejo. Como tendrás mucho tiempo muerto mientras esperas que aparezca el próximo personaje, o tenga lugar una cita importante, puedes explorar el pueblo de Bailu, trabajar para sacarte unos dinerillos o disfrutar de las máquinas arcade (que, en esta ocasión, por motivos obvios, no son de SEGA… pero se parecen). Hasta aquí, nada nuevo bajo el sol.

Una de las grandes novedades de Shenmue 3 es narrativa. Cada entrega de Shenmue tiene su “companion”, el aliado fiel de turno. En la primera entrega fue Guizhang mientras que en la segunda tuvimos a Ren. En esta ocasión tenemos a Shenhua. La gran diferencia de la joven de padre desaparecido con respecto a los dos anteriores es que está casi siempre presente en la aventura, en lugar de limitarse aparecer en momentos de necesidad.

La relación entre Ryo y Shenhua será inevitablemente más estrecha, y provocará que veamos a un protagonista más abierto y dispuesto a compartir sus emociones. Los veteranos de la saga disfrutarán al escuchar a Ryo rememorar con sorprendente calidez sus aventuras pasadas, o sus experiencias con otros personajes. Además, la confianza que florece entre ambos personajes provoca que nos encariñemos con Shenhua y que disfrutemos de su compañía.

Shemue 3 dosifica mejor sus enormes escenarios. No accederás a la segunda gran zona del juego, la bulliciosa ciudad portuaria de Niaowu, hasta que no hayas estado un buen rato en el pueblo. Es una buena decisión, ya que Niawu es tan grande como densa; haber “practicado” en una versión en miniatura ayuda a adaptarse al nuevo ritmo.

Y hasta aquí las novedades principales. Para bien y para mal, Shenmue 3 ha decidido ignorar todos los avances que han tenido lugar en el género del mundo abierto en los 18 años que han pasado entre entrega y entrega. Tenemos menús convulsos y poco cambiados con respecto a Shenmue 2, los mismos QTE, el mismo tipo de diálogo repleto de interjecciones como “Ya veo”. Que ames u odies esta decisión depende de cómo es tu relación con las historias de ritmo lento y pausado donde lo que importa es el viaje y no tanto lo que aguarda en el horizonte.

Sobre el papel, las pesquisas detectivescas de Ryo pueden parecer aburridas y repletas de relleno. Por ejemplo, en el pueblo de Bailu todo el mundo se conoce. Es normal que entonces, al ser considerado un extraño que viene a meterse las narices donde le llaman, Ryo tenga dificultades para obtener hasta la más básica de las informaciones. Las misiones suelen derivar en tareas para ganarse la confianza, que a su vez se dividen en sus tareas que entonces… Como no podrás hacer todo en un mismo día, tocará esperar, buscar formas de matar el tiempo. Pero hay un motivo para este ritmo.

El plan de Yu Suzuki, la mente maestra detrás de los Shenmue, es transportarte al mundo rural de China en los 80. Quiere que te acabes sabiendo los nombres de todos los pueblerinos, que te sepas sus rutinas diarias, sus manías, sus palabras-fetiche… Que seas un habitante más, y no un turista con prisas.

Y he aquí la gran fortaleza de Shenmue 3. Los juegos de mundo abierto de hoy en día temen aburrirte. Cada 5 o 10 minutos tiene que estar ocurriendo algo espectacular, o tienes que haber subido de nivel o desbloqueado algo. El género se ha convertido en un parque de atracciones, y Shenmue 3 lo que ha hecho es devolver la esencia aventurera, la contemplación, el perderse… Se podría decir que Shenmue 3 es más literatura y menos cine.

En este sentido, si hacemos el ejercicio inverso nos sorprenderemos para mal. ¿Cómo es posible que, 20 años después del primer Shenmue, haya tenido que ser Shenmue 3 el que rescatara sus elementos del olvido? La tecnología ha avanzado, pero ningún otro juego de rol o de aventuras ha tenido la osadía de crear un mundo tan denso y explorable. Y lo mismo con los personajes secundarios que lo habitan: el sistema de rutinas de Skyrim o similar es un chiste en comparación con Shenmue 3.

Shenmue 3 no decepcionará a los fans de la saga (salvo quizás por lo poco que avanza la trama); Yu Suzuki ya avisó desde el principio lo que iba a ser este juego y ha cumplido su promesa. La gran duda está en si este va a ser tu primer Shenmue. ¿Has rebufado a lo largo de este análisis? Es posible que no te vaya a gustar. O, como medida de prevención, prueba los remasters de Shenmue 1 + 2. Pero si la idea de jugar con tranquilidad la vida de un personaje para adentrarte en su mundo, su gente, su cultura… te ha llamado la atención, entonces Bailu y su gente te aguardan. Cuando hayas terminado la aventura, el problema será regresar al ritmo exageradamente rápido de los sandbox actuales.

Shenmue 3 está disponible desde el 19 de noviembre para Steam y PS4.

Daniel Caceres

Daniel Caceres

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