Layers of Fear VR es el primer Layers of Fear adaptado a la Realidad Virtual sin ningún tipo de recorte, pero también sin ningún tipo de añadido. La versión original es uno de los juegos más escalofriantes de los últimos años, así que, si todavía no lo has probado, tienes la oportunidad de experimentarlo de la “mejor-peor” posible. Mejor porque su ambientación y sus sustos se multiplican por mil gracias a la tecnología VR. Peor porque tu corazón puede que no lo resista.
Layers of Fear VR es, igual que el original, un juego de terror psicológico de estética e inspiración claramente gótica. No quiero destriparte mucho, porque parte del encanto de Layers es descubrir lo que ocurre. Encarnas a un artista decante del siglo XIX que está arruinado, que está perdiendo su talento para escribir y que solo le queda una casa casi vacía. Algunos muebles. Y cuadros. Tendrás que explorar la mansión y tener mucho cuidado de la oscuridad.
Hay sustos en esta mansión, pero los momentos más terroríficos ocurrirán cuando el juego trate de j*derte la mente. ¿Esa puerta no se encontraba en la pared opuesta? ¿Ha salido esa sombra del cuadro cuando no estabas mirando? ¿Ese sonido como de gusanos, viene de fuera de tu casco VR o viene directamente del juego? La locura del protagonista es uno de los elementos clave, y Layers sabe exprimirlo al máximo a nivel jugable para que sientas esa caída hacia la demencia absoluta.
La aventura dura unas dos horas si vas directo al grano, si corres de un punto A al punto B para desentrañar rápidamente el misterio principal. Pero te recomiendo que explores todo lo posible. Descubrirás documentos opcionales que añaden complejidad a la historia, y te enfrentarás a todo tipo de sustos y “movidas mentales”. La duración puede doblarse perfectamente si decides jugar a un paso más tranquilo y pausado.
Como adaptación, Layers of Fear VR es impecable. Los gráficos de la versión original impresionan aún más en Realidad Virtual. Además, cuentas con suficientes opciones de configuración para conseguir unos gráficos chulos sin hacer desfallecer a tu PC. Encontramos la misma flexibilidad en cuanto a controles. Tienes opciones de transportación, de movimiento normal, giros automáticos, giros suaves…
Hay otros elementos del juego original que se han adaptado perfectamente a esta versión. Por ejemplo, ahora los documentos son más grandes para que te resulte más fácil cogerlos. Y lo mismo con los subtítulos; puedes engrandecer el texto todo lo necesario.
Por desgracia, también se ha mantenido algunos de sus puzles extraños o difíciles de resolver. Son complicados no por sus mecánicas en sí, sino porque el juego no sabe explicarte bien qué es lo que debes hacer a continuación.
¿El gran “pero” de Layers of Fear VR? Que si ya jugaste a la versión original, tienes pocos incentivos para jugarlo. Este tipo de aventuras se viven mejor la primera vez, y aunque el VR intensifica sus horrores y la sensación de inquietud, los espantos no tendrán esa viveza que siempre ofrece el desconocimiento.
Layers of Fear sin Realidad Virtual era un imprescindible dentro del género del horror moderno, y Layers of Fear VR es ya directamente compra obligatoria. Sus sustos sutiles, su historia, sus gráficos, su ambientación… todos sus elementos góticos-psicológicos te perseguirán horas después de que hayas dejado el casco en tu sitio. ¿Es corto? Puede ser, pero su ritmo es intenso a más no poder, y te dejará mejor sabor de boca que otros juegos que duran 15-20 horas. Ahora ya no hay excusa para crear una entrega expresamente creada para los terrores que se esconden en la Realidad Virtual.
