Cada noche está ahí, mirándote desde del cielo. Sin falta. La Luna, el satélite de la Tierra, es la protagonista este mes por dos razones. La primera, que ya están confirmados los tripulantes de la misión espacial Artemis 2, cuya tripulación incluirá por primera vez en la historia a una mujer, así como a un hombre negro. La segunda es que se ha descubierto una nueva fuente de agua en el satélite.
Según recoge Phys.org, un grupo de científicos habría descubierto agua incrustada en unas diminutas perlas de vidrio provenientes de muestras lunares. Las muestras, recogidas en el año 2020 tras una misión espacial china, contenían muchas de estas perlas brillantes de colores, que se habrían formado tras el enfriamiento del material fundido expulsado por rocas espaciales que impactaron en la Luna.
De un tamaño milimétrico, casi de la anchura de un cabello, estas perlas contenían un minúsculo porcentaje de agua. Dado que en la Luna pueden hallarse millones e incluso billones de estas perlas, si hubiese una forma de extraer el agua, las futuras misiones espaciales tendrían una fuente renovable de agua. El problema, eso sí, es que este proceso es bastante complicado.
“Sí, se necesitarán montones y montones de perlas de vidrio”, explica Hejiu Hui, una científica de la Universidad de Nanjing que participó en el estudio. Hasta el momento, solo se han estudiado 32 perlas halladas en las muestras lunares, aunque Hui afirma que se estudiarán más.
Debido al bombardeo constante de rocas espaciales que sufre nuestro satélite, el hallazgo demuestra que “el agua puede recargarse en la superficie lunar” y que estas perlas podrían ser, en un futuro, “una nueva reserva de agua en la Luna”.
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