Este lunes se lanzó Worldcoin, un proyecto de criptomoneda fundado por Sam Altman, CEO de OpenAI, que pretende escanear los ojos de todos los seres humanos de la Tierra. El objetivo es demostrar y registrar a quienes no somos robots.
Lo que vende el proyecto Worldcoin es en verdad un World ID, que la empresa describe como un “pasaporte digital” para demostrar que su titular es un ser humano real y no un robot gestionado por una IA.
Para obtener un World ID, el cliente se inscribe para hacerse un escáner de iris en persona utilizando el “orbe” de Worldcoin, una bola plateada del tamaño aproximado de una bola de bolos.
2 millones de personas han accedido al escaneo
Una vez que el escáner de iris del orbe verifica que la persona es un ser humano real, crea un World ID. Y la empresa que está detrás de Worldcoin es Tools for Humanity, con sede en San Francisco y Berlín.
El proyecto cuenta con dos millones de usuarios en su fase beta y, con el lanzamiento del lunes, Worldcoin amplía sus operaciones a 35 ciudades de 20 países. Como incentivo, quienes se registren en determinados países recibirán la criptomoneda WLD de Worldcoin.
El precio de WLD subió en las primeras operaciones del lunes. En la mayor bolsa del mundo, Binance, alcanzó un máximo de 5,29 dólares desde un precio inicial de 0,15 dólares, tras haber registrado un volumen de operaciones de 25,1 millones de dólares.
Las Blockchains pueden almacenar los World IDs de forma que se preserve la privacidad y no puedan ser controladas o cerradas por una sola entidad, explican desde la compañía, ya que hay mucho miedo a que esos datos tan personales y únicos se filtren.
El proyecto afirma que los World ID serán necesarios en la era de los chatbots de IA generativa como ChatGPT, que producen un lenguaje notablemente parecido al humano.
Vamos, que los World ID podrían utilizarse para diferenciar a las personas reales de los robots de inteligencia artificial en Internet en un futuro próximo.
Como la IA “hará cada vez más el trabajo que ahora hacen las personas”, Altman cree que la renta básica universal puede ayudar a combatir la desigualdad de ingresos. Dado que sólo las personas reales pueden tener World ID, podría utilizarse para reducir el fraude al implantar el UBI en el futuro.
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