Ha llegado el punto en que si una empresa utiliza IAs sabe perfectamente lo que está haciendo. Generar imágenes con IA cuando sabes lo que el público opina de ello, es malo. Cuando lo haces siendo una gran empresa con recursos sobrados para contratar a un ser humano, es peor. Cuando eres una gran tecnológica donde una de sus subsidiarias ha creado al menos una IA y sabes perfectamente los problemas éticos y legales que ello conlleva, ya es para plantearse cosas. Y sin embargo, Microsoft lo ha hecho sin pensarlo dos veces.
Para celebrar el fin del año y los juegos que hemos estado jugando, la cuenta de ID@Xbox decidió preguntar a sus seguidores que cuál era su juego indie favorito del año. Una pregunta cándida, incluso loable, que no tiene nada de malo. Pero acompañándolo había una imagen corporativa de un estilo más que sospechoso que muchos usuarios no tardaron en destripar y comprobar lo que era realmente. Estaba generada por IA.
¿Cómo se podía saber? Niños controlando trineos con palancas conectadas a nada. Niños pescando en la nieva. Un hombre jugando con una portátil cuyo labio superior está sustituido por dientes. Cuerdas que van a ninguna parte por todos lados. Pequeños detalles que quizás tendrían sentido si fuera una obra surrealista, pero que no creemos que fuera la intención de ningún ilustrador comercial a la hora de felicitar la navidad en nombre de Xbox. No cuando sabemos que esas son la clase de cosas que hace la IA.
Por supuesto, esto no ha sentado nada bien entre el público. La reacción ha sido tremendamente negativo y se puede resumir en, ¿cómo les van a importar los indies si no se molestan ni en contratar a un artista para hacer sus anuncios?
Por supuesto, Microsoft ya ha borrado la imagen de la vergüenza. Además, lo ha hecho sin contestar al respecto de toda la polémica, queriendo dejarla morir en la irrelevancia. Pero es una demostración más del mal uso que se puede hacer y se hace de las IA. Pretendiendo sustituir el trabajo de profesionales cualificados a través de un proceso automatizado sin valor añadido. Algo que, en el caso de Xbox, es particularmente problemático siendo una empresa que trabaja con tecnología y artistas.