Manu tiene 16 años, y está a punto de volver al instituto. Pero lo hará cargado de aplicaciones para estudiar más fácilmente, tomar apuntes, tener bajo control las notas, exámenes y faltas y también para entrenar el cerebro. He aquí sus consejos.
Ningunas vacaciones son lo suficientemente largas para impedir la dichosa vuelta al cole. La frase en realidad no es así. Sin embargo, da una idea de nerviosismo, ¿no?
Al final el problema es el mismo, todos los años. Se empieza con las matemáticas, el examen sorpresa, el inglés, la lucha por el bocata en el recreo y todo lo demás… no puedes huir lo bastante lejos. Por no hablar de la moto. El coche, cuando tengas 18 años, dicen mis padres. Y yo hasta los 18 años qué hago, ¿voy a buscar a Alicia con el monopatín? ¡Bah!
Sin embargo, esta vez pienso ir bien preparado a clase. No quiero estar con la paranoia de los deberes y los trabajos de clase otra vez. Por lo tanto: aplicaciones. Una aplicación para cada cosa. Me las he estudiado bien.
Para los deberes de inglés, para empezar, WordReference (para iPhone), un diccionario que funciona muy bien. Si me entran ganas de aprender inglés, me doy una vuelta por Aprende inglés con busuu.com (para iPhone y Android), que es mil veces mejor que el libro de texto.
Si no me apetece perder el tiempo, entonces tiro de traductor.
Los que, en mi opinión, funcionan mejor son Google Translate (para iPhone y Android), iTranslate Voice para iOS y Trippo Mondo para Android.
Los apuntes, obviamente, los cojo con Evernote (que existe para iPhone y también para Android). Entre otras características, he descubierto que también tiene la función OCR, así escaneo las páginas que necesito con la cámara de fotos y él transforma todo en texto. Y luego también puedo grabar las lecciones de los profesores, así mientras tanto puedo hablar un rato con Alicia. ¡Me encanta! De hecho, ¿sabes qué? Los apuntes que grabo los comparto con ella… ¡dos corazones y una pizarra!
Es más, en esos momentos le enseño también las fotos de las vacaciones, esas donde estoy surfeando sobre la costa vasca. 
Las meto en la carpeta pública de Dropbox (que existe tanto para mi iPhone como para su Android), así las mira con calma y a lo mejor también se descarga alguna.
Hablando de Alicia, el año pasado me echó una mano con las matemáticas: me dijo que probase iMathematics (qué imaginación con los nombres de las aplicaciones, ¿eh?). Yo le dije: pero, tú tienes Android, ¡no existe para iPhone! Y ella: sí que existe, tonto. Y así tengo siempre a mano, todas las fórmulas posibles.
Luego cuando me estreso, juego una partida a cualquier juego de esos que dicen que te mantienen la mente despejada, y que también son divertidos. 
Por ejemplo, este verano he descubierto WordOn (que existe para iPhone y también para Android) y he pasado unos buenos momentos. He ganado 43 partidas de 51, y esas ocho partidas perdidas son culpa de una tal anna41445 que me ganaba todo el tiempo… ¡cuanto más la desafiaba más me la jugaba! ¡Qué rabia!
Por el contrario, mi amigo Mateo me reta constantemente a Ruzzle (también este existe para iPhone y para Android). Él encuentra una gran cantidad de palabras, pero cortas. Yo encuentro menos, pero porque busco las más largas, que dan más puntos (jejeje…)
También hay otros juegos para gente espabilada, por ejemplo Smart Educational Games (para iPhone y Android) y también Math Maniac (que está muy bien, pero lo tenía en el Android, y ahora tengo el iPhone). Te llamarán mucho la atención.
A mi amigo Mateo le gustan también los juegos tipo test, y juega a menudo al Logical Test (que creo que sólo existe para Android). 
Básicamente es una colección de juegos de puzle, de lógica y de ese tipo, y algunos enganchan mucho. Y luego dicen que los smartphones te vuelven idiota. Juega una partida a alguno de estos juegos, y ¡podrás ver realmente si tu cerebro funciona o no!
En fin, que al final volver a clase no es tan malo. Eso sí, de este año no pasa: voy a por Alicia, al cien por cien. Con un Android y un iPhone, seremos un equipo. Pero es que nosotros dos juntos seremos siempre un gran equipo… aunque sea con un Nokia.
Artículo original de Pier Francesco Piccolomini, de Softonic IT. Adaptado del italiano.
