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Una política americana, expulsada del lugar más humillante posible: un musical de ‘Bitelchús’

El verdadero terror ocurría entre las butacas

Una política americana, expulsada del lugar más humillante posible: un musical de ‘Bitelchús’
Randy Meeks

Randy Meeks

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Hace años, la frase “Usted no sabe quién soy yo” hacía correr sudores fríos. Efectivamente, muchas veces la palabra de alguien poderoso valía más que la del simple empleado de seguridad que estaba tratando de solucionar un entuerto. Pero desde que las redes sociales existen, las cámaras de seguridad nos siguen por todos los sitios y el apego de la sociedad hacia la política ha bajado en picado, esa frase da el mismo miedo que un episodio de los Teletubbies.

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Bitelchús, Bitelchús, Bitelchús

Tim Burton dirigió ‘Bitelchús’ en 1988 y poco imaginaba que, después del éxito de la película, que incluso vio nacer una serie de animación entretenidísima, seguiría en boga 35 años después. Al director le quedan dos días para terminar de rodar la secuela y el musical gira por toda América con éxito. Tanto, que incluso durante una representación en Denver, una política llamada Lauren Boebert, representante del Congreso estadounidense, fue expulsada por un comportamiento inapropiado.

Y con “comportamiento inapropiado” no me refiero a que se descalzara o algo parecido, sino a una sucesión de injurias bastante graves. Primero, empezó a corear las canciones a voz en grito. Y por si eso no fuera poco, empezó a vapear como si no fuera con ella. Obviamente, la echaron de la sala mientras ella gritaba “¡No sabéis quién soy!”. Para tanto fue la cosa que incluso las personas que estaban detrás afirmaron que “no hemos visto actuar a nadie así antes”.

Después de esa noche se ha sabido que aún estaban pasando más cosas: el acompañante de Boebert la estaba tocando los pechos, mientras que ella le estaba agarrando sus partes pudendas. Y al salir, enseñó el dedo medio a la grada. Vamos, todo un encanto. La cosa es que esto no ha pasado en medio de un debate difícil en el Congreso, sino en la representación de un musical basado en ‘Bitelchús’.

Con el paso de los días, la política, por supuesto, ha pedido perdón, diciendo que su divorcio está siendo muy duro. “Estos días están siendo difíciles y humillantes, y lo siento de verdad por la atención no buscada hacia mi domingo por la noche“, ha comentado ante la estupefacción de los que no esperaban encontrarse musical y espectáculo, dos en uno.

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Randy Meeks

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Redactor especializado en cultura pop que te escribe en webs, revistas, libros, redes sociales, guiones, cuadernos y servilletas si no hay más sitios donde dar la chapa

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