No es la primera vez que le sucede a la compañía automovilística. Desde que comenzó a ganar popularidad en el mercado con sus vehículos eléctricos de alta gama y otros servicios, la empresa de Elon Musk ha estado en el punto de mira de inversores, potenciales clientes y, cómo no, administraciones. Habiendo puesto un coche en el espacio y teniendo fuertes intereses en dominar el mercado del vehículo ecológico, Tesla ha mantenido e incrementado sus esfuerzos en I+D para ir siempre un paso por delante de su competencia, a veces con grandes resultados mientras que en ocasiones, no se puede negar, ha tenido enormes patinazos.
El nuevo piloto automático de Tesla requiere “demasiada poca atención”
Se ha descubierto recientemente que una nueva versión del piloto automático de Tesla (el conocido como Autopilot) no requiere de ningún esfuerzo de torque sobre el volante, lo que podría derivar en una relajación excesiva del conductor y el consiguiente riesgo para la seguridad vial, ya que se estaría relajando en exceso una medida creada para mantener a los pilotos atentos a la carretera o a cualquier evntualidad.
La NHTSA (administración de tráfico en Estados unidos) está preocupada porque esta función podría estar presente en algunos vehículos ya comercializados y el descubrimiento podría incitar a los usuarios a tratar de desbloquear la función. De hecho, el 26 de julio Tesla ya fue citado para responder una serie de preguntas a este respecto, pero a día 25 de agosto todavía desconocemos si la administración ha obtenido respuestas.
Tesla lleva ya algún tiempo bajo investigación, y no solo por el Autopilot. Los cinturones de seguridad y los volantes de estos vehículos están bajo el punto de mira por problemas asociados a su funcionamiento, así como problemas que han reportado unos cuantos usuarios acerca de un posible frenado fantasma. Y es que los riesgos para la seguridad de los conductores y otras personas en la carretera parecen estar magnificándose a medida que la compañía se hace más popular.
