No todas las videoconsolas son creadas iguales. Incluso si parece que lo único que cambia de una a otra es la potencia, lo que se decide montar en ella cambia dramáticamente la clase de juegos que se pueden hacer en la misma. Si además se deciden hacer cosas que se salen de la norma, entonces es posible hacer juegos imposibles, o muy difíciles de pensar, en otro contexto. Como fue el caso de la franquicia Another Code.
Another Code: Two Memories es un juego point-and-click que hacía uso de la doble pantalla y la pantalla táctil de Nintendo DS para traer de vuelta cierta clase de aventura gráfica que no sólo parecía imposible hacer de forma cómoda en consola, sino moribunda en PC. El éxito de crítica y público de la franquicia llevaría a que hicieran una secuela, Another Code: R – A Journey into Lost Memories, esta vez para Wii, donde podíamos utilizar el Wii Remote para las funciones point and click. Por desgracia, este tendría un muy excaso éxito entre crítica y público, y se acabaría abandonando la franquicia en este punto.
El pasado 14 de septiembre, Nintendo anunció que iba a sacar ambos juegos para Nintendo Switch en una colección llamada Another Code Recollection. Siendo ambas versiones mejoradas, lo que más llamó la atención fue, ¿cómo se jugarán estos dos juegos, especialmente Another Code: Two Memories, fuera del contexto de sus consolas? Y hoy ya podemos saberlo.
Hoy, día 15 de diciembre, Nintendo ha sacado una demo de Another Code Recollection. Pudiendo exportar nuestro progreso a la versión final del juego, esta demo nos permite ver los cambios gráficos y mecánicos que se ha hecho a ambos juegos, además de poder apreciar el juego, si es que no lo hemos probado con anterioridad. Algo que deberías remediar ahora mismo si no lo has hecho, ya que este es el remaster de dos de los clásicos de culto más infravalorados de Nintendo de los últimos años.
Además, si juegas la demo, prácticamente no tendrás tiempo de quedarte con ganas de más. No cuando Another Code Recollection sale el próximo 19 de enero. Poco más de un mes para disfrutar de un par de clásicos de culto que se merecen más amor del que les dimos.