Ben Fried, responsable de Sistemas en Google, ha detallado las herramientas utilizadas en las oficinas de la compañía. Uno de los datos más destacados es que, desde 2010, Google desaconseja a sus empleados el uso de Windows.
El rechazo al sistema operativo de Microsoft llega hasta el extremo de que, en caso de que un empleado necesite utilizar Windows forzosamente, debe rellenar varios formularios y hablar con algún responsable justificando su demanda. Si realmente el uso de Windows es estrictamente necesario, al empleado se le permite utilizarlo. “Es diferente utilizarlo porque es lo único que conoces a utilizarlo porque es la mejor herramienta para tu trabajo”, explica Fried.
Otra prohibición paradigmática en Google es el uso de Dropbox. A la compañía de Mountain View no le hace ninguna gracia que su información sea almacenada en los servidores de una empresa externa, por lo que desarrolló su propia herramienta de almacenamiento en la nube: Google Drive, que acabó convirtiéndose en un producto para todos los públicos. Irónicamente, Drive ofrece a las empresas almacenar sus datos en los servidores de una empresa externa (la propia Google), algo que ellos creían poco adecuado para sí mismos.
Fuente: AllThingsD
