Tras una década desarrollando la tecnología OLED, Samsung acaba de reconocer que rival coreano, LG, es el rey de la tecnología y anuncia que a partir de ahora todos sus televisores OLED de gama alta llevarán un panel de la competencia.
Según informa Reuters, Samsung habría firmado un acuerdo para adquirir los paneles OLED de LG. De esta forma, LG Display (la filial dedicada a pantallas) suministrará paneles OLED de gama alta de 77 y 83 pulgadas a Samsung en un acuerdo que podría ayudarle a obtener beneficios en medio de la feroz competencia en el sector de los paneles.
Es la primera vez que Samsung compra paneles OLED a su rival surcoreano tras años de rumores sobre acuerdos similares.
También es el reconocimiento de una derrota después de que Samsung dejara de fabricar televisores OLED en 2015, citando los altos costes de los paneles en un error de cálculo de que el mercado no estaría listo para este tipo de televisores de gama alta.
Samsung apostó por el QLED y perdieron
Samsung siguió adelante con sus televisores QLED, más baratos e inferiores, pero los modelos OLED han dominado el mercado premium desde 2020 hasta hoy.
Samsung ha vuelto al OLED recientemente con su primer televisor QD-OLED lanzado el año pasado y Samsung Display suministrando paneles OLED para el primer televisor QD-OLED de Sony.
Según Reuters, LG Display suministrará 2 millones de paneles OLED a Samsung en 2024, 3 millones en 2025 y 5 millones en 2026.
LG se ha hecho con más del 50 por ciento de la cuota de mercado de televisores OLED, mientras que Sony tiene el 26% y Samsung sólo el 6%, según un estudio de mercado de Omdia.
El acuerdo llega en un momento ideal para LG Display, después de que en sus recientes resultados trimestrales admitiera una “demanda floja” de televisores y unas ventas de paneles OLED menores de lo esperado.
También es un buen momento para Samsung Electronics, después de que la empresa volviera a tener un trimestre terrible por la menor demanda de semiconductores y el recorte de la producción de chips de memoria.
Aunque Samsung ha dominado el mercado mundial de televisores durante 17 años seguidos, se ha enfrentado a la dura competencia de rivales chinos, como es el caso de Hisense o Xiaomi.
El objetivo de Samsung es entrar de nuevo en el mercado de los televisores OLED de gama alta, donde los márgenes de ganancias vuelven a ser altos.
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