Para cualquier dibujante o guionista de cómics, trabajar en Marvel es todo un sueño. La Casa de las Ideas es el lugar en el que cual los sueños se hacen realidad, o al menos así nos lo han intentado vender durante décadas. Sin embargo, la realidad de trabajar con Marvel es bien distinta, y así lo ha querido esclarecer Robert Kirkman, creador de Invencible y The Walking Dead.
En el podcast Dynamic Duos de CBR, en el que compartía la charla con el famoso dibujante Todd McFarlane, Kirkman ha compartido su experiencia trabajando para Marvel Comics. El autor no se ha dejado ni un solo detalle, y ha dejado muy claro que para él ha sido toda una pesadilla que no piensa repetir nunca.
Un varapalo que marcó la trayectoria de Kirkman
Tal y como cuenta Kirkman, trabajar para Marvel fue un sueño hecho realidad. Kirkman llevaba años autopublicándose como autor novel, pero en ese momento la editorial lanzó Epic, una línea centrara en autores poco conocidos para darles la oportunidad de su vida. Marvel ofreció 5.000 dólares a Kirkman para un proyecto, Sleepwalker, con la que condición de que él se encargara de todo.
Kirkman explica que se volcó en el proyecto al 100%, y utilizó el presupuesto (que en realidad era bastante bajo) para contratar artistas, rotulistas y todos los demás miembros de un equipo necesarios para producir un cómic de la calidad que merecía. No obstante, en cuanto Kirkman llevó a cabo el primer número de Sleepwalker, la directiva de Marvel se puso en contacto con él y le dijeron: “oye, lo cerramos todo. Estás despedido. Sé que trabajaste mucho en los número 2 y 3, pero no te pagaremos por ello, porque nunca lo sacaremos”.
En realidad, la directiva de la editorial podía hacer eso sin problemas. El contrato incluía una cláusula con la cual podían rescindir el contrato en cualquier momento, sin ni siquiera dar una razón. Pero esto le dolió en el alma a Kirkman, que dejó de confiar en Marvel y entendió que habían roto sus sueños: “debido a esta situación con Epic, pensé ‘no puedo confiar en estos tipos‘. Realmente no son confiables, y ni siquiera puedo verlo como un empleo estable”.
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