En muy pocas ocasiones, la mezcla entre humor y terror ha funcionado realmente bien en taquilla. Aunque hay sonadas excepciones como Scary Movie o Lo que hacemos en las sombras, solo hay que echar un ojo a los intentos más clásicos de unir estos dos géneros —ejem, Mars Attacks!, ejem— para darse cuenta de que a nivel comercial suele costar.
Es por ello que, a pesar de que pueda parecer una gran película, Renfield estaba condenada al fracaso desde su concepción. La película que trata sobre el ayudante de Drácula, que interpreta un Nicholas Hoult en estado de gracia junto al Conde vampírico de Nicolas Cage, no ha tenido el resultado esperado en su primer fin de semana de estreno.
La película apenas ha recaudado 10 millones de dólares a nivel global: 7,8 millones en Estados Unidos y 2,3 millones en el resto del globo. En total ha costado 65 millones para Universal Pictures, así que todo parece indicar a que será un fracaso estrepitoso y a muy duras penas recuperará lo invertido.
Los motivos del fracaso
El principal fallo parece de concepción: a pesar de que hay películas y series de este estilo que han funcionado en los últimos años, siguen siendo de nicho, y gastar 65 millones en una producción de este estilo parece una locura. Si, por el contrario, hubieran realizado una inversión más humilde como en casos como Smile, la recuperación habría sido más fácil.
A pesar de ser adorado por muchos, Cage ya no llena las salas como hacía antaño. En El insoportable peso de un talento descomunal, donde se interpretaba a sí mismo junto a otros actores como Pedro Pascal y Paco León, apenas recaudaron 28,4 millones de una inversión de 30. Y lo mismo ocurre con otras tantas estrenadas a lo largo de los últimos años.
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