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Si no fuera por Facebook, nadie se acordaría de tu cumpleaños

Si no fuera por Facebook, nadie se acordaría de tu cumpleaños
Samuel Marc

Samuel Marc

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Nunca he sido muy bueno con los números. Con lo cual, nunca he sido muy bueno acordándome de las fechas de los cumpleaños. Para conseguir aprenderme las fechas de mis familiares, he necesitado unos veinte años por lo bajo. No voy a ignorar el hecho de que la tecnología le ha permitido a mi memoria ahorrarse estas fechas tan difíciles de recordar, y tan cargadas de consecuencias en caso de olvido. Así pues, me lo he pensado dos veces. Confío plenamente en que Apple, Google o Facebook se van a acordar de los cumpleaños de mis allegados por mí. Pero el pasado mayo pasé de la automatización a los límites de la ciencia ficción.

Era el 15 o el 28 de mayo… no lo recuerdo. Ya sabes, yo y los números… Una amiga cercana, a la que llamaremos Julia, celebraba su cumpleaños. Como cada mañana, agarro mi fiel smartphone. Una notificación de Google Now aparece en pantalla: hoy es el cumpleaños de Julia, deséale feliz cumpleaños. Como estoy acostumbrado a esta dinámica después de muchos años de notificaciones de Facebook, decido darle al botón que aparece en pantalla, como la que tienes a continuación, para ver.

Notificación que Google Now envía para el cumpleaños de tus contactos en Google+

Primer clic. La notificación Google Now abre el perfil Google+ de mi amiga y, ante mi estupor, escribe automáticamente un mensaje: ¡feliz cumpleaños, Julia! La lista de felicitaciones –llamemos a las cosas por su nombre–  viene acompañada de un divertido emoticono gigante envuelto en un ambiente festivo. Me deja perplejo y entretenido a la vez y le doy al botón Enviar solo para ver qué pasa.

Segundo clic. Enviado. Le he deseado feliz cumpleaños a Julia en dos clics. No he tenido que acordarme de la fecha, ni buscar su dirección o hacer el esfuerzo de escoger una carta para enviársela por correo electrónico o postal. Y peor aún, ni siquiera he tenido que decidirme por las palabras que le quería dedicar. No he tenido que pensar. Ni en ella, ni en lo que hacía.

Me paro un momento. La felicitación de cumpleaños de origen genérico me hace reflexionar a mí, el amante de las nuevas tecnologías. La felicitación del cumpleaños, un gesto cariñoso y una marca de afección durante muchos años, ha quedado reducida a una tarea automatizada. ¡Vaya progreso!

Carte de voeux Google+

El arma del delito: la felicitación automática publicada en el perfil de Google+ de la víctima…

Para mí, el mensaje automático de Google es el síntoma de un mal mucho más profundo. Yo no sé tú, pero los feliz cumpleaños y los HB (Happy Birthday) desfiguran los muros de Facebook de mis amigos desde hace ya unos años. No te puedes esconder. Todos lo hemos hecho al menos una vez. ¿Hemos llegado al punto de no poder tomarnos un tiempo para escribir una frase completa? ¿Una frase de diez palabras? ¿De verdad?

Pero hay más. Ya lo habrás notado, este fenómeno de deshumanización de las relaciones humanas elementales no se limita a las simples felicitaciones de cumpleaños. No hace falta ser sociólogo para darse cuenta de que este mecanismo se extiende a muchos otros tipos de interacciones entre personas: de los saludos a las invitaciones pasando por las condolencias.

No quedará muy bien que muerda la mano que me da de comer. En el fondo, me fascina la informática y vivo de Internet. Por eso, he reducido algunas interacciones con los míos a mínimos desde hace tiempo. Soy poco locuaz, odio, por ejemplo, las llamadas telefónicas y prefiero comunicarme por escrito.

El cercado de servidores de Google en Hamina, Finlandia: ¿de verdad queréis que vuestras felicitaciones vengan de allí?

Todo esto me ha hecho tomar conciencia de algo. Por mucho que exista el avance imparable de nuevas tecnologías, nos toca a nosotros prestar atención para que ciertas cosas, todas aquellas que de verdad importan, sigan saliendo del corazón y no de servidores refrigerados perdidos por el círculo Ártico

Después de darme cuenta de la gravedad de mi acto irreflexivo –es hora de decirlo– decidí, avergonzado, hacer una enmienda honorable. Me armaría de valor, descolgaría el teléfono y llamaría a Julia para que me contase las novedades. Una primicia.

JibJab Birthday Card¿Qué mejor que una felicitación JibJab escogida con mucha atención para el cumpleaños de un amigo fanático de la informática?

¿Pero qué podemos hacer para frenar la multiplicación de mensajes insignificantes y sin consciencia que florecen en los muros de Facebook a la mínima ocasión? Ya que lanzar un programa mundial de reeducación es imposible, solo nos queda una solución: ¡dar un buen ejemplo personalizando nuestros mensajes de felicitación, contactando a nuestras amistades directamente o enviándoles una pequeña carta por correo electrónico!

Personalmente, el sitio JibJab es mi preferido en términos de cartas electrónicas. A cambio de un abono anual muy razonable (18$), tienes acceso a más de 1500 modelos de cartas distintos. Puedes personalizarlas e insertar tu cara o la de tus amigos para crear animaciones locas a la moda.

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Artículo original de Softonic FR. Adaptado del francés.

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