La ciudad de Nueva York anunció un nuevo sistema de permisos para las empresas interesadas en probar vehículos autónomos en sus carreteras, que incluye el requisito de que un conductor humano de seguridad se siente detrás del volante en todo momento. Curiosa aprobación.
Mientras ciudades como San Francisco siguen lidiando con los problemas que plantean los vehículos de alquiler sin conductor, la ciudad de Nueva York intenta adelantarse al problema esbozando lo que denomina “un riguroso programa de permisos” que, según afirma, garantizará que los solicitantes estén “preparados para probar su tecnología en el entorno urbano más desafiante del país de forma segura y competente”.
“Esta tecnología va a llegar nos guste o no”, dijo el alcalde Eric Adams en declaraciones a The Verge, “así que vamos a asegurarnos de hacerlo bien”.
Cómo serán los robotaxis de Nueva York
Los requisitos excluirían a las empresas sin experiencia previa en pruebas de vehículos autónomos en otras ciudades. Los solicitantes tendrían que presentar información de pruebas anteriores, incluidos detalles sobre cualquier accidente que se haya producido y la frecuencia con la que los conductores de seguridad tienen que tomar el control del vehículo.
Y en lo que seguramente será la disposición más controvertida: los vehículos sin conductor no podrán realizar pruebas en las vías públicas de la ciudad; solo se permitirán los vehículos con conductores de seguridad.
Un pequeño puñado de empresas, entre ellas Waymo y Cruise, han desplegado vehículos sin conductor, también conocidos como automatización de nivel 4, pero los problemas relacionados con la obstrucción del tráfico y la seguridad han obstaculizado su despliegue.
El pasado mes de octubre, un vehículo Cruise sin conductor arrastró a un peatón más de seis metros hasta la acera en una calle de San Francisco, lo que llevó a los reguladores a suspender el permiso de operaciones de la empresa.
Varios meses después, un vehículo sin conductor de Waymo golpeó a un ciclista, causándole heridas leves. Los funcionarios municipales de San Francisco han criticado a ambas empresas por bloquear carreteras y obstruir autobuses y vehículos de emergencia.
La ciudad de Nueva York espera evitar problemas similares al exigir a las empresas que mantengan conductores de seguridad en los vehículos en todo momento.
Los fabricantes de automóviles y las empresas tecnológicas que prueban vehículos eléctricos tienden a acudir en masa a estados con normativas más favorables (como Arizona y Texas) o a lugares más cercanos a sus sedes (como California).
Nueva York no es ni lo uno ni lo otro, pero representa uno de los mayores mercados de taxis del mundo y, por tanto, es un objetivo propicio para las empresas de robotaxi.
