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Adiós a Antonio Gala, una de las grandes letras españolas y más reivindicativas

El escritor de adopción cordobés se despide a los 92 años dejando tras de sí un legado cultural incalculable.

Adiós a Antonio Gala, una de las grandes letras españolas y más reivindicativas
Nacho Requena Molina

Nacho Requena Molina

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Hoy domingo 28 de mayo, el mundo de las letras españolas se viste de luto para despedir a una de sus grandes figuras: Antonio Gala. Canal Sur ha comunicado que el afamado escritor, poeta y dramaturgo ha fallecido a la edad de 92 años en Córdoba, después de no haber podido superar numerosas patologías.

Como posteriormente han confirmado fuentes cercanas a la familia, Gala ha dado su último adiós desde la sede de su fundación cultural, en el antiguo convento del Corpus Christi.

Una de las mejores voces de nuestro tiempo

Hablar de Antonio Gala es hacerlo de una de las mejores voces de nuestro tiempo. Nacido en Brazatortas (Ciudad Real), el escritor siempre se consideró un cordobés de adopción, ya que su familia se trasladó hasta la ciudad andaluza cuando él tenía sólo 9 años. Fue precisamente ahí cuando un joven Antonio Gala comenzó a escribir sus primeras obras y a destacar entre los círculos literarios, hasta tal punto que con sólo 14 años impartió una conferencia en el Real Círculo de la Amistad, Liceo Artístico y Literario de Córdoba.

Desde ese momento, la carrera del escritor andaluz fue meteórica. Con 15 años comenzó a cursar la carrera de Derecho en la Universidad de Sevilla, donde la concluyó sin problemas. En un acto de rebeldía tal como él mismo ha dicho en infinidad de veces, se negó a seguir preparándose las oposiciones para el Cuerpo de Abogados del Estado, al igual que fue expulsado de la orden de los cartujos por no estar acorde con la vida monástica.

El Gala más escritor salió a relucir a partir de aquí, momento donde compaginaba lo que más le gustaba hacer junto a dar clases en colegios de Filosofía e Historia del Arte para ganarse el pan. En 1959 publicó su primer libro de poesía, Enemigo íntimo, con el que ya obtuvo el Premio Adonais de Poesía por sus letras. Hubo que esperar 22 años para ver de nuevo sus poemas con 11 sonetos de La Zubia (1981) hasta llegar al último publicado en 2019, Desde el Sur te lo digo.

En el mundo del teatro, el cordobés de adopción arrancó su periplo con Los verdes campo del Edén (1963), con el que logró el Premio Nacional de Teatro Calderón de la Barca. Durante toda su vida escribió más de una veintena de obras teatrales, algunas tan populares y de éxito como Anillos para una dama (1973), ¿Por qué corres, Ulises? (1975), Petra regalada (1980), Samarkanda (1985), Carmen, Carmen (1988) o La Truhana (1992).

Con un recorrido tan extenso, Gala no probó suerte en el mundo de la narrativa hasta la década de los 90. Eso sí, de nuevo entró por la puerta grande: El manuscrito carmesí (1990) se llevó el Premio Planeta. Todas sus primeras obras en teatro, poesía y narrativa obtuvieron un premio. Además, el resto de libros del escritor forman parte ya de la cultura popular, como es el caso de La pasión turca (1993), Más allá del jardín (1995), Ahora hablaré de mí (2000), El pedestal de las estatuas (2007) o Los papeles del agua (2008).

Una figura reivindicativa

Antonio Gala destacó durante toda su vida por ser una figura muy reivindicativa y concienciada con las causas sociales. Ya durante el agitado periodo de la transición defendió a los partidos políticos de izquierda. Además, siempre se ha sentido andaluz de pura cepa, de ahí que en 1978 apoyara la autonomía para Andalucía en el Congreso de Cultura Andaluza de Córdoba.

Gala también formó parte de la plataforma que apoyó el “No” a la entrada de España a la OTAN, así como criticó en numerosas ocasiones al régimen israelí contra el pueblo palestino. Gracias a sus columnas en prensa comentaba la actualidad del momento y no dudaba en cargar contra diferentes estamentos.

Como curiosidad, Antonio Gala también escribió guiones para televisión en tres décadas diferentes, además de obtener las licenciaturas de las carreras de Filosofía y Letras, Ciencias Políticas y Economías en la Universidad de Madrid, todas ellas logradas como alumno libre. Debido a una perforación del duodemo en 1973 que casi acabó con su vida, el escritor comenzó a utilizar un bastón. Este sello de identidad formó parte de él hasta el final, con más de 3.000 bastones reunidos en su residencia.

Que la tierra te sea leve, Antonio.

Nacho Requena Molina

Nacho Requena Molina

Periodista especializado en videojuegos y tecnología. Casi dos décadas dedicado a ello.

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