Estados Unidos tiene un problema muy grave con los opiáceos. Más allá del fentanilo que está acaparando todos los titulares en los últimos meses debido a la adicción extrema que sufren muchos norteamericanos, marcas como OxyContin, OxyNorm o Percodan llevan años arrasando a la población. Entre 1996 y 2015 mataron a más de medio millón de personas, y en 2019 morían una media de 136 personas al día por ingesta excesiva de estos medicamentos… y son números que crecen más y más cada año.
Ante este gran problema que afecta a cada vez más familias estadounidenses, no han dejado de surgir películas, series y documentales que intentan hacer un retrato sobre una pesadilla que no parece tener un final claro. Disney Plus presentó en 2022 Dopesick: Historia de una adicción, miniserie que reflejaba este tema. Y un año antes HBO Max hizo lo propio con el documental El Crimen del Siglo. Y ahora ha llegado el momento de que Netflix haga lo propio con una serie sobre el tema.
Una serie tan realista que da miedo
Protagonizada por Matthew Broderick y dirigida por Peter Berg, Medicina letal (Painkiller) es una miniserie de Netflix que cuenta la historia de Edie, una mujer que investiga un caso real que termina llevándole hasta la farmacéutica Purdue. En este momento llegará al fondo de una cuestión de gran importancia que se ha mantenido oculta hasta el momento, mientras se enfrenta al todopoderoso ejecutivo Richard Sackler (Broderick).
Con 6 episodios de 50 minutos, Medicina letal consigue hacer una perspectiva bastante realista y por lo tanto desalentadora de lo que está ocurriendo con Estados Unidos en la actualidad. Va desde lo más alto de la escala hasta los más bajos fondos y barrios marginales, y consigue hacer un retrato general de todo lo que ocurre en el país de las barras y las estrellas. Sin duda, se trata de una serie que merece la pena ver para entender qué está ocurriendo en el mundo.
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