Se rumoreaba que habría más personas afectadas, y así ha sido. Tras despedir a unos 1000 empleados hace solo unos días, Google ahora está recortando puestos de trabajo en su equipo de ventas de publicidad. El portavoz de Google, Chris Pappas, confirmó a The Verge que “se están eliminando unos cientos de puestos en todo el mundo” como parte de esta restructuración.
En una circular a la que ha tenido acceso Business Insider, y proveniente del vicepresidente senior de Google, Philipp Schindler, el ejecutivo dio a entender que los despidos afectarían principalmente a la unidad de Ventas a Grandes Clientes (LCS), un equipo que vende anuncios a grandes empresas, mientras que el equipo de Soluciones para Clientes de Google (GCS), que vende anuncios a clientes más pequeños, se convertiría en el equipo “central” de ventas de anuncios.
Según otro artículo de Business Insider, Google ya despidió a algunos empleados de su equipo LCS el pasado mes de octubre. “Todos los años llevamos a cabo un riguroso proceso para estructurar nuestro equipo y ofrecer el mejor servicio a nuestros clientes de Ads”, explicó Pappas a The Verge. “Como parte de este proceso, se están eliminando algunos cientos de puestos en todo el mundo y los empleados afectados podrán solicitar puestos vacantes o en otros lugares de Google”.
Esta información coincidiría con la detallada en un artículo de Alex Heath, subeditor de The Verge, quien dijo hace dos días que los despidos de la semana pasada no serían los últimos, y añadió que “el grupo de ventas de publicidad, de aproximadamente 30.000 personas, es otro objetivo natural”.
Google ya ha hecho recortes radicales en varias partes de la compañía, afectando a los empleados que trabajan en los productos Pixel, Fitbit y Nest, así como a los de sus equipos de ingeniería y Google Assistant.
De momento, Google aún no ha comunicado el número total de empleados que ha despedido este año, aunque, con los despidos de la semana pasada, que afectaron a “unos cientos” de puestos en cada división afectada, y los de esta semana, que han afectado a otros “cientos” de puestos, la cifra se situaría sobre los 1.000 trabajadores con casi total seguridad (como mínimo).
