The Legend of Zelda es una de las franquicias de videojuegos más famosas del mundo. A pesar de los equívocos que genera el título y que el protagonista se llame Link, sus personajes son muy conocidos y queridos por el gran público. Lo cual no quita para que la saga tenga un buen puñado de personajes bastante peculiares. De eso vamos a hablar hoy. De los personajes más extraños, cuando no directamente demenciales, que pueblan Hyrule y todos los mundos que hemos visitado de la mano de Link y Zelda. Porque aunque no lo parezca, este es un mundo repleto de personajes peculiares.
Salvatore
Hay pocas cosas que hagan más gracia que un hombre innecesariamente serio. Un hombre aburrido, que no tiene sentido que esté ahí, pero de algún modo, no desentone en nada con todo lo que hace. Y ese es el papel de Salvatore en The Lgend of Zelda: Wind Waker y The Legend of Zelda: Phantom Hourglass: ser extrañamente hilarante por su absoluta falta de entusiasmo por su trabajo.
Salvatore, un hombre de mirada perdida y bigotes mínimos, es el encargado de los minijuegos de Hunde a la flota y Juego del cañón que siempre nos recibe con gesto aburrido y desinteresado. Pero cuando tiene que explicarnos los juegos, personifica a otros personajes del juego, a capitanes piratas o damiselas en apuros, todo ello con recortes de madera con un agujero en el que encajar su cara. Grita. Pone voces. Cambia su acento y su forma de hablar. Pero no su entusiasmo. Salvatore siempre se muestra aburrido y completamente desinteresado por lo que está ocurriendo ocurriendo. Por otra parte, es exactamente por lo que nos gusta. Nunca deja de ser gracioso por más que, en realidad, sabemos que en realidad sigue buscando otra idea con la que emprender.
Skull Kid
The Legend of Zelda: Majora’s Mask es un juego que aún hoy muchas personas recordamos con una mezcla de veneración y pavor. Su ambientación era extraña, estaba cargada de misterio y su antagonista principal durante la mayor parte del juego, Skull Kid, hacía que todo resultara aún más extraño. Del tamaño de un niño, vestimentas coloridas y muy travieso, influenciado por la Máscara de Majora, busca derribar la Luna para destruir Términa. Pero lo más extraño de todo es que Skull Kid no es el único skull kid de la franquicia, porque son toda una especie.
Encontrándose generalmente en el Bosque Perdido, un bosque laberíntico donde se esconde el pedestal del tiempo donde se encuentra la espada maestra, se dice que los adultos que mueren en el bosque se convierten en esqueletos y los niños, en skull kids. Amables con los niños y hostiles con los adultos, algo que se representa en cómo se muestran amigables con Link cuando es niño y le atacan cuando es adulto, son uno de los grandes misterios de la saga Zelda. Una especie recurrente, con importancia en el lore, pero que, cuanto más sabemos de ellos, más misteriosos y lejanos nos resultan.
El cazador de fantasmas
Aunque siempre se dice que el juego más oscuro es Majora’s Mask, es innegable que Ocarina of Time también tiene algunos aspectos inquietantes. A fin de cuentas, tras que Ganondorf gane el poder de la trifuerza, nadie en el pueblo del castillo de Hyrule puede seguir viviendo allí, a excepción de una persona: el cazador de fantasmas. Un misterioso personaje que se gana la vida vendiendo fantasmas y que le encanta crear problemas.
Ahora bien, ¿quién es este personaje? El juego nunca nos lo aclara. Pero todo parece apuntar que es probable que sea el caballero que permanece plantado exactamente donde el cazador de fantasmas está sentado siete años después. Es un caballero que te anima a romper jarrones y que viste ropas con el símbolo de la trifuerza, igual que el cazador de fantasmas. Si ambos están situados en el mismo lugar, ¿no tendría sentido que el soldado insolente y travieso se convirtiera en el fantasma insoliente y travieso una vez que Ganondorf se apropiara del lugar?
Tingle
Para acabar tenemos que hablar del personaje más extraño de la franquicia. Del hombre que ha protagonizado dos juegos propios. Que ha aparecido en casi todas las entregas. Que su propio aspecto ha causado innumerables pesadillas, que su obsesión con las hadas del bosque resulta preocupante y que a pesar de trabajar como cartógrafo, parece más capacitado como inventor de baja estofa que como geógrafo. Hablamos, por supuesto, de Tingle.
Este hyliano de 35 años hizo su primera aparición en Majora’s Mask y desde entonces no ha parado de aparecer en una u otra medida. Creyéndose la verdadera reencarnación de un hada, como Zelda es la reencarnación del héroe legendario, siempre es un alivio cómico, a veces en forma de aliado, a veces en forma de antagonista menor, además del creador de la frase «kurulín… ¡PA!». Esencialmente, una romanización de la frase japonesa «kuruinpa», el sonido que hacen los japoneses para decir que alguien está cucú. Algo que ya nos dice todo sobre lo que debemos pensar sobre el hombre más extraño de todo Hyrule.
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