Magic: The Gathering estrena este viernes su colección dedicada a El Señor de los Anillos y las cosas están empezando a moverse. Si bien es una colección que en principio no parece que vaya a mover las cosas de forma muy brusca a nivel competitivo, si lo va a hacer en términos de sabor. De representar bien lo que es la obra de J. R. R. Tolkien. Las ilustraciones son espectaculares y, teniendo los textos originales para acompañar las cartas, podemos decir que esta colección tiene algunos de los mejores textos descriptivos de la historia del juego. Pero a pesar de que hay pocas cartas que pasen el corte competitivo, las particularidad de la colección hace que el precio de algunas cartas que normalmente serían baratas, se esté disparando de forma obscena.
Para empezar, es importante entender que Magic: The Gathering tiene una economía basada en la escasez. Se imprimen una cierta cantidad de cartas y, cuando se agotan, salvo que se reimpriman en una colección posterior, no hay más. Eso significa que cuanto más se juegue una carta, o más se demande por su arte o por su exclusividad, mayores precios alcanzara. Este último caso es el de los Nâzgul.
En principio, la carta de los Nâzgul no es nada especial. Siendo una 1/2 con toque mortal por coste 3, no es nada especial. No es particularmente jugable. Entonces, ¿dónde reside su valor? En su última línea de texto y lo que han hecho con la carta. La última línea reza «Cada mazo puede contener hasta nueve cartas llamada Nâzgul». Esto es una anomalía porque, salvo que la carta diga lo contrario, cada mazo solo puede tener hasta cuatro copias de cada carta, algo que no se aplica a los nazgûl. Ahora bien, como hemos dicho, no es una carta jugable, por lo cual da igual si se pueden llevar cuatro copias o nueve si no va a jugarse. Pero ahí radica la trampa. En El Señor de los Anillos hay nueve nâzgul como nueve son los reyes humanos corrompidos por los anillos del poder cedidos a los hombres. Y en esta colección de Magic: The Gathering hay nueve versiones de la carta Nâzgul, cada una representando uno de los nueve diferentes jinetes.
Eso es lo que ha hecho que sea escaso. A pesar de ser una carta infrecuente, siendo esta el segundo tipo de carta más rara —por tipo de rareza, de más comunes a menos de encontrar en los sombres, existen: comunes, infrecuentes, raras y míticas—, al haber nueve versiones de la misma carta, encontrar todas las versiones de la misma es más difícil que encontrar simplemente nueve copias de la misma. Si además sumamos que parecen aparecer con menos frecuencia de lo que es habitual en las infrecuentes, tenemos un caso entre manos de una carta que está llamada a explotar en precio en el mercado secundario.
Según se han podido abrir los primeros sobres de la colección, el precio de Nâzgul se ha disparado. Pasando del euro y medio o dos euros a alrededor de los diez, en el caso del mercado europeo, y rozando los veinte dólares, en el caso del mercado americano, su valor ha aumentado exponencialmente en menos de veinticuatro horas en cuanto la gente se ha dado cuenta de que conseguir una colección de los nueve nâzgul podría ser mucho más difícil de lo que parecía en primera instancia.
Por otro lado, esto tiene una pequeña trampa. De momento, sólo se han abierto una cantidad muy limitada de sobres de la colección de El Señor de los Anillos. La colección no sale oficialmente hasta el viernes 23 de junio y si bien las tiendas abren antes de tiempo cajas para poder vender cartas para que se puedan utilizar en los torneos desde cuando son legales, una semana antes de su lanzamiento, esto significa que hay una cantidad relativamente pequeña de material circulando. Esto significa que es de esperar que Nâzgul baje de precio con el tiempo si se acaba abriendo la colección de forma masiva, algo que cabe esperar tratándose de El Señor de los Anillos, y si se venden muchas cartas, algo que es más cuestionable dado el caracter más enfocado al coleccionista del set.
Al final del día Magic: The Gathering es un juego que trata sus cartas como un producto de lujo. En los últimos tiempos han intentado aliviar esto haciendo tratamientos especiales de las cartas, haciendo más reimpresiones y más a menudo, pero no siempre consiguen su objetivo. En cualquier caso, esto sólo afectará a los coleccionistas y no al juego competitivo, y ya sabemos cómo funciona esto: quien algo quiere algo le cuesta. Y nunca nadie dijo que coleccionar algo sea barato.
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