Algunos conocen a Jackie Chan por sus estilosos movimientos de artes marciales y por escenas que han pasado a la historia como las mejores del cine de acción. Muchos otros lo hacen por su carisma y su buen humor para la comedia en decenas de películas de Hollwood. Otros lo hacen por un mix de las dos, que es lo que le ha caracterizado siempre. Y otros incluso por la serie animada de Disney Channel.
Pero lo que está claro es que Jackie Chan se ha convertido en un icono imperecedero de la cultura pop. En una estrella de acción única como pocos. En un actor memorable que todos admiran y quieren. Y en un representante de la cultura china único en la historia de Hollywood.
Por ello, y porque el actor presenta Ride On, una película en la que enseña artes marciales a un caballo —no todas sus decisiones tienen por qué ser buenas, supongo—, aprovechamos este espacio para contar la historia detrás de la leyenda de Jackie Chan. Quién es y por qué es recordado como la mayor estrella china del cine americano.
De China a Hollywood
Nacido en Hong Kong en 1954, Chan Kong-sang —Jackie Chan es su nombre artístico— fue criado por sus padres adoptivos que trabajaban en la Embajada de Francia en la ciudad. Desde muy joven, mostró un gran interés por el arte marcial y comenzó a entrenar en diferentes disciplinas. A los siete años, además, sus intereses crecieron e ingresó en la Academia de Ópera de Pekín, una escuela donde se formaban artistas en diferentes disciplinas como la acrobacia, el canto y la actuación.
En la Academia, Chan aprendió técnicas de artes marciales y acrobacias que le serían muy útiles en su futura carrera. Allí también conoció a otros actores que se convertirían en sus amigos y colaboradores en el futuro, como Sammo Hung y Yuen Biao. Tras graduarse, Chan comenzó a trabajar como extra en películas y series de televisión de Hong Kong.
Su gran oportunidad llegó en 1978. Tras la muerte de Bruce Lee, el estudio Golden Harvest estaba buscando un nuevo héroe de artes marciales para sus películas. De este modo, gracias a su carisma y sus grandes movimientos, Chan fue elegido para protagonizar Drunken Master, una película que se convertiría en un clásico del cine de artes marciales. En ella, Chan interpreta a un joven rebelde que aprende las técnicas del Kung Fu borracho de un maestro anciano. La película fue un gran éxito y consolidó a Chan como una estrella emergente.
En los años siguientes, las puertas de la industria se abrieron y protagonizó numerosas películas de artes marciales que le valieron una gran popularidad en Asia. Pero su fama se extendió más allá de las fronteras de su país y comenzó a trabajar de manera asidua en Hollywood. En 1980 participó en The Big Brawl, su primera película en inglés, y en 1985 protagonizó El Protector, junto a Danny Aiello.
Pero fue en la década de los 90 cuando el actor se convirtió en una estrella mundial. En 1995, el actor protagonizó Rumble in the Bronx, una película de acción que fue un gran éxito en todo el mundo. En ella, Chan interpreta a un vendedor de Hong Kong que viaja a Nueva York para ayudar a su tío en su tienda. Allí, se ve involucrado en una trama de robos y pandillas y tiene que enfrentarse a numerosos enemigos en escenas de acción espectaculares. La película fue un gran éxito en todo el mundo y consagró a Jackie Chan como una estrella internacional.
Tras Rumble in the Bronx, Chan protagonizó varias películas más en Hollywood, como Hora punta (1998), Shanghái Kid (2000) y El mito (2005). En todas ellas, demostró su gran habilidad para las artes marciales, las acrobacias y el humor, convirtiéndose en una de las figuras más reconocidas y queridas del cine de acción.
Una vida al borde de la muerte
Pero la carrera de Chan también ha estado marcada por lesiones graves, fruto de que él mismo se haga todas las escenas de acción —que no son pocas—.
Uno de los momentos más peligrosos de la carrera de Chan ocurrió durante el rodaje de la película “Police Story” en 1985. En una escena, Chan salta desde un segundo piso y cae a través de una serie de paneles de vidrio. Durante la filmación, uno de los paneles no se rompió y Chan cayó directamente sobre él, sufriendo cortes profundos en el cuello y las manos. La lesión fue tan grave que Chan tuvo que ser hospitalizado y recibir puntos de sutura. A pesar de esto, la escena se mantuvo en la película y se ha convertido en una de las más famosas y espectaculares de la carrera de Chan.
Ese mismo año, durante el rodaje de El Protector, Chan se cayó de un árbol y se fracturó el cráneo, lo que le causó una hemorragia cerebral y lo mantuvo en coma durante varios días. En otra ocasión, durante el rodaje de Armour of God II: Operation Condor en 1990, Chan se cayó de una roca y se fracturó el cráneo de nuevo, esta vez en el lado opuesto. Y en otra escena de esa película, se le clavó un cuchillo en la mano y tuvo que ser operado de urgencia.
Por seguir contando lesiones, en 1994, durante el rodaje de Drunken Master II, sufrió una grave fractura en el tobillo. En una escena, Chan luchaba contra varios oponentes mientras usaba una mesa como arma. En ese momento, Chan saltó sobre la mesa y la dividió en dos con una patada. Sin embargo, su pie derecho quedó atrapado entre las tablas de la mesa, lo que le causó la lesión. A pesar de la lesión, Chan continuó filmando y completó la escena ese mismo día. Más tarde, tuvo que ser sometido a una cirugía para curar su tobillo.
Finalmente, también sufrió lesiones importantes durante el rodaje de Rush Hour 2, en 2001. En una escena, Chan saltó desde un puente a un barco en movimiento. Sin embargo, durante la toma perdió el equilibrio y cayó al agua desde una altura de 15 metros. Chan fue trasladado de inmediato al hospital, donde se descubrió que se había fracturado el coxis. A pesar de la lesión, Chan regresó al set después de dos días y completó la película.
Trascendiendo más allá del cine
Jackie Chan también ha sido un gran defensor de la cultura y las tradiciones chinas. En 2008, durante los Juegos Olímpicos de Beijing, Chan participó en la ceremonia de apertura y llevó la bandera olímpica junto a otros famosos deportistas chinos. También ha trabajado en varias películas que celebran la cultura china, como El maestro borracho (1978), La armadura de Dios (1986) y Chinese Zodiac (2012).
Gracias a ello, en China es considerado como uno de sus iconos más importantes del país. Y tanto es así que fue elegido para sostener la Antorcha Olímpica durante los Juegos Olímpicos de Beijing en 2008. En cuanto a los premios, debido al género en el que es especialista no ha tenido demasiada repercusión, pero en 2016 le otorgaron un Oscar honorífico por su carrera.
Además, Jackie Chan es un gran filántropo y ha fundado la Jackie Chan Charitable Foundation, que ayuda a niños y ancianos necesitados en todo el mundo. También fundó, en 1998, la Jackie Chan Stuntmen Association, una organización creada para ayudar a los especialistas de cine a proteger sus derechos y mejorar las condiciones de trabajo.
Sin duda, Jackie Chan se ha convertido por méritos propios en una estrella imperecedera, que incluso llegó a tener una serie propia en Disney Channel. Ahora, su carrera ya parece encontrarse en su recta final, pero teniendo en cuenta que ha sobrevivido a tantos accidentes, no me extrañaría que tuviera una vejez repleta de acción y aventuras.
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