‘2001: una odisea del espacio‘ es una película de ciencia ficción que dejó huella en muchas generaciones, tanto en los espectadores como en los futuros directores de este género. Una auténtica obra maestra, creada por Stanley Kubrick, en la que conocimos al inquietante superordenador HAL 9000, una inteligencia artificial que se encarga de gestionar una nave espacial con destino a Júpiter.
Si bien de momento no existe una IA capaz de llegar al nivel de complejidad de HAL, los científicos ya estarían en camino, al menos, de crear una IA que acompañara a los futuros astronautas en sus viajes espaciales. Según recoge The Guardian, la NASA ya está desarrollando su propia interfaz ChatGPT con la que los astronautas podrían hablar y ayudarles a explorar el espacio.
Esta IA, aún sin nombre, se incluiría en la futura estación espacial extraterrestre Lunar Gateway, parte del programa Artemis de la NASA. “La idea es llegar a un punto en el que tengamos interacciones conversacionales con los vehículos espaciales y ellos también nos hablen de alertas, hallazgos interesantes que vean en el sistema solar y más allá”, declaró la doctora Larissa Suzuki, investigadora de la NASA y una de las responsables del desarrollo de esta IA. “Ya no es ciencia ficción”.
El plan de Suzuki es crear una red de comunicaciones interplanetarias con IA integrada capaz de detectar e incluso corregir fallos e ineficiencias. “Entonces avisa a los operadores de la misión de que existe la probabilidad de que las transmisiones de paquetes del vehículo espacial X se pierdan o fallen en la entrega”, explicó. “No podemos enviar a un ingeniero al espacio cada vez que un vehículo espacial se desconecta o su software se rompe de alguna manera”.
Además, la científica investiga actualmente cómo hacer que la IA se “entrene” en el espacio gracias al aprendizaje automático. Y es que en el espacio no es posible de procesar grandes cantidades de datos a través de superordenadores, por lo que, en su lugar, planean crear una flota de robots exploradores que puedan compartir sus conocimientos con la IA, mediante el “aprendizaje federado”, sin tener que enviar grandes cantidades de datos a nuestro planeta.
De momento, tan solo se puede teorizar con lo que será capaz de hacer esta IA, a la que aún le queda mucho tiempo de desarrollo por delante. Esperemos que sus creadores tengan en cuenta los sucesos de ‘2001: una odisea del espacio’ para evitar (sin entrar en spoilers) ciertos “conflictos de intereses” con los humanos que vayan a bordo de la nave espacial.
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