Ya estamos en el tercer mes de la huelga de guionistas de Hollywood y la situación va cada vez a peor. El pasado mayo, los escritores de la industria entraron en huelga a través del sindicato de guionistas de Estados Unidos (WGA) y en contra de los principales estudios. Los motivos fueron varios, pero iban desde unas mejores condiciones laborales hasta acabar con la amenaza de la IA para su profesión.
Pero, aunque se creía que iba a ser una huelga momentánea que solo paralizaría la industria un par de meses, la lucha continúa y no parece tener un fin cercano. Además, hay otro sindicato que está a punto de unirse a la huelga: el SAG-AFTRA, sindicato de actores que componen más de 160.000 personas.
Pero ¿qué pasa si estas dos huelgas confluyen? ¿En qué situación se encontrará Hollywood y cómo podrá superar este importante impass para el sector? Las consecuencias, recogidas por Deadline, podrían ser muchas y tan desastrosas como imaginamos.
Un punto de inflexión para Hollywood
En cuanto a las series de televisión, ya sabemos que decenas de shows se han paralizado por culpa de las huelgas, desde Stranger Things hasta American Horror Story pasando por The Penguin y Daredevil: Born Again. Pero es que, si los actores se unen a la huelga, muchas series que siguen rodándose al tener los guiones ya concluidos se unirán a la baja, y eso podría dejarnos sin producciones del nivel de La Casa del Dragón, Andor o Slow Horses.
Según las reglas de las huelgas de SAG-AFTRA, “ningún miembro del sindicato deberá prestar ningún servicio o llevar a cabo un acuerdo para realizar servicios para cualquier empleador que no haya firmado un acuerdo mínimo básico con el sindicato, que está en pleno vigor y efecto, en cualquier jurisdicción en la que exista un convenio colectivo nacional SAG-AFTRA”.
De este modo, no solo se retrasarían muchas de las series que están por llegar, sino que el coste de la preproducción podría provocar que algunas temporadas nunca vieran la luz y las series se cancelaran por culpa de no llegar a un acuerdo preventivo. Es decir, podríamos tener decenas de cancelaciones de series muy conocidas.
Esto, sin embargo, esto no es lo peor. En el cine la confluencia de las huelgas complicarían aún más el conflicto. Una huelga total de SAG-AFTRA significaría la cancelación de largometrajes de Hollywood repartidos por todo el mundo. A pesar de que las agencias de las plataformas dicen estar preparadas para la huelga del WGA, un nuevo sindicato uniéndose a la rebelión provocaría un desierto total en los cines del cuarto trimestre del año.
De momento, los principales estudios no se han mostrado interesados en trasladar algunos de sus títulos previstos de 2023 a 2024, ya que la huelga de la WGA solo entorpece a proyectos futuros, y simplemente ha provocado el retraso de algunas fechas de películas venideras como Vengadores: La dinastía de Kang o Vengadores: Secret Wars.
Pero una huelga del SAG-AFTRA también implicaría la participación de los actores en la promoción de las películas, de modo que muchos filmes ya rodados y preparados para estrenarse se deberían retrasar sí o sí por culpa de esto. Si eso ocurre, afectaría mucho a los cines y provocaría un descenso millonario en la industria.
Pero no solo al cine y las series afectarían estas huelgas… todavía hay más. La ceremonia de los Emmy está prevista para el próximo 18 de septiembre y, de no llegar a un acuerdo para entonces, evidentemente tendrá que ser cancelada. Y, por supuesto, ninguna ceremonia que se celebrase en Hollywood se podría llevar a cabo de seguir en esta situación… ni siquiera los Oscar o la Comic-Con.
Y, más allá de las producciones de grandes estudios, también está el cine indie, que es uno de los más afectados por la huelga y en el que muchos proyectos se están cancelando por este motivo. Si nos vamos más allá, podemos contar también en las consecuencias con festivales de cine internacionales y hasta el mundo financiero, que está dejando de invertir en cine por la inestabilidad que supone.
Sin duda, se trata de la huelga más significativa de Hollywood en muchos años, y de seguir así puede que el negocio cambie para siempre. Se habla, incluso, de la disolución de estos sindicatos y la creación de muchos otros nuevos que cambien el panorama… pero esto sería una victoria para los estudios, y nadie parece querer eso.
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