El festival de Eurovisión ha sido durante décadas un campo de batalla musical donde los países europeos competían por llevar la mejor canción. Tal ha sido su popularidad que ha logrado trascender fronteras e incorporar países como Turquía, Australia e Israel.
Y es que ver actuar a países tan lejanos a Europa no es algo que pase desapercibido. ¿No hace falta ser europeo para participar en Eurovisión? ¿A qué viene todo eso del “Euro” entonces?
La clave está en la UER
Antes de empezar, tenemos que contextualizar un poco y remontarnos a los orígenes de Eurovisión, allá por la década de los 50. Por aquel entonces, tan solo 7 países participaron en la primera edición. Con el pasar de los años, el número de naciones ha ido aumentado de forma considerable hasta llegar a 43, su máximo histórico (se alcanzó en 2008 y en 2011). Con tanto país participando, fue necesario introducir las semifinales, que llevan en activo desde el año 2000.
Si nos ponemos a mirar dentro de esta larga lista de países, veremos que hay muchos que no pertenecen a Europa. Para entender esto, debemos adentrarnos en los entresijos técnicos del evento.
Todo parte desde las bases de la Unión Europea de Radiodifusión (UER), la organización responsable de coordinar Eurovisión. La UER engloba a un montón de medios de radiodifusión públicos con la finalidad de negociar derechos de retransmisión, intercambiar programas y mucho más. Aunque su nombre sugiere que solo se limita a Europa, lo cierto es que se extiende mucho más allá.
La UER está compuesta a día de hoy por 114 organizaciones y sus miembros se encuentran dentro de Europa, la cuenca del Mediterráneo y Asia Occidental. ¿Qué tiene que ver esto con Eurovisión exactamente? Pues que en resumen, cualquier miembro activo de la UER tiene la posibilidad de participar en Eurovisión. Esto permite a países como Israel el poder presentarse al certamen. También da la oportunidad a otros estados (como Líbano o Egipto) de unirse, si así lo quisieran.
Esto es lo que hace posible que veamos a países como Israel participar en Eurovisión. Además, su historia se remonta a 1973, que es cuando debutó en el certamen con la canción Ey Sham de IIanit. Israel obtuvo un cuarto puesto en aquella edición y desde entonces, ha participado en Eurovisión en 40 ocasiones.
Sin embargo, todo cambia cuando hablamos de miembros asociados a la UER. Australia, por ejemplo, se trata de uno de ellos. Los miembros asociados no tienen derecho a participar en el festival. Sin embargo, debido a la popularidad de Eurovisión en Australia, la UER emitió una invitación especial al país en 2015 para que pudiera participar.
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