El tiempo pasa para todo el mundo, incluso para Superman, Geralt de Rivia y Henry Cavill. Por eso, porque Henry Cavill ya tiene cuarenta años, es un buen momento para hacer un repaso por su carrera, pero sobre todo recordar que los cuarenta no son, ni remotamente, el final de la vida o la carrera de nadie. Al contrario, suele ser el momento de apogeo de la mayoría de las personas. Por eso no sólo vamos a hablar del pasado de Cavill, sino, sobre todo, mirar al futuro y ver qué retos tiene por delante este actor, cuya fama le ha llegado no sólo por ser guapo y haber sabido elegir muy bien sus papeles, sino también por ser un obseso de todo lo que es friki.
Nacido el 5 de mayo de 1983 en la Dependencia de la corona de Jersey, una isla de las Islas del Canal, su carrera en el cine comenzó en dos películas hoy prácticamente olvidadas como son Laguna y la adaptación de Kevin Reynolds de El Conde de Montecristo en 2001 y 2002. Si bien luego tuvo papeles menores en películas como Hellraiser: Hellworld o Starudst, además de protagonizar el infravalorado thriller de terror Blood Creek, de Joel Schumacher, en 2009, su salto a la fama sucedería cuando entre 2007 y 2010 hiciera de una versión mucho más atractiva que la histórica de Charles Brandon, I duque de Suffolk en la serie Los Tudor. Un papel que le valió ser reconocido en América, si es que no en el mundo entero, y que le abrió las puertas al proyecto que le convertiría en una estrella: ser Superman en Man of Steel en 2013.
A partir de entonces sus proyectos se acumularon. Apareció en The Man from U.N.C.L.E. , en Mission: Impossible – Fallout, hizo de Sherlock Holmes en Enola Holmes, y gracias a Netflix ha podido cumplir su sueño y hacer de uno de sus personajes de ficción favoritos, Geralt de Rivia, incluso corrigiendo aspectos de lore mal trasladados a la pantalla. Pero tras eso, ¿qué le espera en su futuro?
Lo que sabemos es que, a corto plazo, parece ser que le ha cogido el gusto por la ficción de espías, especialmente por protagonizarla. En este mismo año, pero sin fecha concretada, debería estrenar Argylle, la nueva película de Matthew Vaughn, director de Stardust, Kingsman y Kick-Ass, que adapta la primera novela, todavía no publicada, de Elly Conway. En esta película Cavill haría de un espía de clase mundial con amnesia al cual se le hace creer que es un novelista de éxito que escribe historias sobre espías; al menos hasta que recuerde la verdad y se arroje a una espiral de venganza contra la organización para la que trabajaba, La División. De igual modo, ya en 2024, estrenará The Ministry of Ungentlemanly Warfare, una película dirigida por Guy Ritchie, director de Snatch: Cerdos y diamantes y RocknRolla, donde haría de un espía parte de una organización fundada por Winston Churchill e Ian Fleming que usarían tácticas sucias para combatir a los nazis, siendo el origen de las actuales black ops.
Hasta aquí es su trabajo asegurado, que va a llegar dentro de relativamente poco y que tendría que ocurrir algo totalmente inesperado para que no llegáramos a verlo. Por supuesto, eso no es lo único que hay en el horizonte para Cavill. En el cine y la televisión se trabaja al menos a tres o cuatro años vista, incluso cuando el público no sabemos nada de ello. Por eso podemos hablar también de los siguientes proyectos que tiene ahora mismo en cartera, incluso si algunos aún son rumores por confirmar, e incluso los que están en preproducción aún no podemos asegurar con total seguridad que acabarán llegando a buen puerto.
Su próximo proyecto confirmado, aún sin fecha, es la adaptación de la novela The Rosie Project, dirigida por el debutante Steve Falk. En esta comedia romántica, seguimos a Don Tillman, un profesor australiano de genética que pasa su vida intentando reducir al máximo la ineficiencia de todos los aspectos de su vida, buscando de ese modo lograr ser feliz. Debido a eso no encaja bien con los demás, hasta que conoce a Rosie, una camarera que, a pesar de que Don piensa inmediatamente que no encaja en nada con él, no es capaz de evitar pensar constantemente en ella. Un papel donde Cavill puede demostrar sus dotes de galán, teniendo que cargar con el peso de un personaje con ciertas sutilezas y contradicciones, que puede suponer un verdadero reto, especialmente si el guion está a la altura de la historia original.
Para acabar, su otro gran proyecto de futuro aún está en el aire, pues aún no se sabe cuándo se realizara, si es que se llega a hacer. Porque Chad Stahelski, director de la saga John Wick, ha reportado querer dirigir un remake o reboot de Los Inmortales, la mítica película de Russell Mulcahy de 1986, con Henry Cavill en un papel aún por especificar. Pero, de nuevo, es algo aún en el aire, ya que Stahelski tiene otros cinco proyectos en preproducción y otros cinco en desarrollo, sin contar posibles nuevas entregas de John Wick, por lo que no se puede considerar que haya aún nada confirmado nada a este respecto.
En cualquier caso, es evidente que la carrera de Henry Cavill no ha hecho nada más que empezar. A sus cuarenta años ya ha sido tres personajes importantes de la cultura pop, pero aún puede demostrar mucho más como actor. Y parece que está dispuesto a hacerlo. Dónde acabará es algo que sólo el tiempo dirá, pero lo que sí sabemos con seguridad es que es un actor soberbio al que no hay que perder la pista. Porque si su carrera nos demuestra algo hasta es el momento, es que Cavill bien puede ser mucho más de lo que imaginábamos.
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