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He-man iba a ser un marine espacial… hasta que decidió plagiar a Conan

¡Por el poder de Hyboria!

He-man iba a ser un marine espacial… hasta que decidió plagiar a Conan
Randy Meeks

Randy Meeks

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Claro que conoces He-man, casi aunque no vivieras los 80. “¡Por el poder de Grayskull!” se ha convertido en una de las frases más reconocibles de la cultura pop, She-ra tuvo un reboot fabuloso en Netflix y hasta los Másters del Universo están viviendo una segunda juventud entre animación, cómics y -según se rumorea- una nueva película de acción real tras el desastre de 1987 con Dolph Lundgren y una jovencísima Courtney Cox. Pero… ¿Y si nada de esto hubiera sucedido?

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¡Por el poder de mis marines espaciales!

Todo empieza con ‘Star wars’, como suelen empezar las historias de los años 70 y 80: cuando Kenner se quedó con los juegos y muñecos de la película, Mattel, que había rechazado una oferta para fabricarlos, exigió a sus diseñadores que empezaran a buscar una alternativa. Y lo hicieron, sí, más o menos: pegando la figura de un juguete (BIg Jim, en Europa conocido como Mark Strong) a una pose heroica y añadiendo yeso a los lados.

No fue la primera idea: pensaron en hacer gigantes, enanos y todo tipo de juguetes que jamás fueron aprobados por Mattel. Y es que un estudio demostró que los niños querían sentir poder. Ya sabéis. Como el de Grayskull. Así que se pusieron a fabricarlo: un héroe mítico con gran musculatura, un hacha en la mano, una cabeza enfadada y una fuerza sobrehumana llamado He-man. Eso es lo que conocemos. Pero…

Había otros tres prototipos de He-man absolutamente imposibles. Uno de ellos tenía la cabeza en forma de bala y se hacía llamar “Cabeza de Bala” (obviamente), otro tenía un casco de Boba Fett pegado a un cuerpo de marine espacial… Y un tercer marine espacial que, en vez de cara, tenía un tanque. Sí, de verdad. Un tanque.

El resto es historia, como bien sabéis. Dentro de las figuritas se incluían una serie de mini-cómics que presentaban el mundo de He-man. De allí pasamos a la serie de televisión de 1983 (sí, antes solo se hacían series para vender muñecos), la película animada, el spin-off de She-Ra, las versiones actuales, los muñecos… Y el juicio. ¿Cómo?

“Este pleito enfrenta a Conan de Cimmeria, el Bárbaro, contra He-Man de Eternia, un Máster del Universo, dos guerreros que llevan luchando por cinco años en un terreno extraño, el juzgado, en vez del campo de batalla”, decía el juez en 1989, siete años después de la primera figura de He-man, coincidiendo con el estreno de ‘Conan, el bárbaro’, la película de Arnold Schwarzenegger. Ups. Es más: Mattel se negó a hacer muñecos de Conan tras firmar un acuerdo tras ver que la película era demasiado violenta. Claro, los productores de la película, al ver los juguetes que salieron unos meses después, no estaban precisamente contentos.

Por cierto: el juicio le ganó Mattel porque el juez consideró que no eran lo suficientemente parecidos. Y así, un día más, Eternia se salvó. ¡O así cuentan las leyendas de los másters del universo!

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Redactor especializado en cultura pop que te escribe en webs, revistas, libros, redes sociales, guiones, cuadernos y servilletas si no hay más sitios donde dar la chapa

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