¿Quién nos iba a decir hace años que a día de hoy nos pasaríamos horas y horas hablando con una máquina? Bueno, seguramente algún fan de la ciencia ficción se lo podría imaginar, pero con consecuencias más… catastróficas.
Y es que los chatbots ya forman parte del día a día de miles y miles de personas, que hablan con las inteligencias artificiales para consultarles todo tipo de dudas o simplemente para contarles sus vidas.
Eso sí, la mayoría de las personas que hablan con un chatbot ni tan siquiera se formulan la pregunta “¿son privadas mis conversaciones?”. Una cuestión con una respuesta algo compleja que podría resumirse en “sí, salvo alguna cosa”, ya que las conversaciones se utilizan para seguir entrenando a las IA, aunque las compañías aseguran que estas siguen siendo privadas.
Y así ha sido (en teoría) hasta que la todopoderosa Google, una de las compañías más grandes del planeta, la ha cagado hasta el fondo. Y es que, según recoge el portal How-To Geek, la búsqueda de Google estaría indexando conversaciones de los usuarios con Bard, su chatbot IA. Es decir, todo lo que hablaron con la inteligencia artificial aparecería como un resultado de búsqueda.
Al parecer, el fallo guarda relación con la función de Bard para compartir conversaciones con otras personas, como familiares y amigos. A pesar de que esta función no permitiría que las conversaciones compartidas sean indexadas, algunos usuarios de Twitter han compartido capturas en las que se observan conversaciones de algunas personas en la búsqueda de Google.
Eso sí, por lo que se sabe, son muy pocas las conversaciones compartidas que acaban apareciendo en los resultados de búsqueda. Google ya es consciente de este error de Bard y ha anunciado estar trabajando en subsanarlo y evitar que las conversaciones indexadas sigan apareciendo en los resultados de búsqueda.
