El mismo año que ‘Spider-man 2’ ha demostrado que los juegos basados en franquicias pueden dar cosas increíbles se han lanzado también dos juegos que nos devuelven a tiempos peores, cuando los videojuegos basados en películas eran poco menos que un chiste (merecido). Hace unos meses habríamos dicho que ‘Gollum’ era, de calle, el peor juego del año por sus mecánicas bastas y su gameplay nefasto. Pero ha tenido suerte. Le ha salido un nuevo competidor… aún más vergonzoso.
The King of Boo
Llevábamos más de veinte años sin un juego del mono gigante, desde la adaptación del ‘King Kong’ de Peter Jackson, que era bastante decente (a no ser que jugarais en Nintendo DS, que era un truño insoportable). Y todos estábamos convencidos de que, con la llegada del Monsterverso y la lucha contra Godzilla, tendríamos más juegos del mono gigante. Pero para tener ‘Skull Island: Rise of Kong’ habríamos estado mejor viviendo con el hype.
Fue un vídeo en Twitter el que llamó la atención sobre las cinemáticas del juego, que mostraban la imagen estática de un dinosaurio atacando que se olvidaron de animar de alguna manera: esto no va a ser bueno. No hay manera alguna de que lo sea… Y el gameplay no ayuda, ofreciendo un juego de exploración en tercera persona y diseños feos que se ha convertido una experiencia blandita y sin alicientes de ningún tipo.
En una isla gigantesca repleto de enemigos con los que pelear, Kong se encuentra siempre con los mismos en los mismos lugares. Ya es casualidad. Pero, además, bugs de sonido, de imagen y de gráficos están a la orden del día, convirtiendo el retorno de Isla Calavera en uno que ojalá no hubiéramos vivido. Los distribuidores son, como podíamos haber imaginado, Gamemill, expertos en hacer las cosas barato, rápido… y mal.
Suyo es ‘Big Rigs’, uno de los juegos famosos por tener más bugs en toda la historia, pero también se han encargado de títulos genéricos de Nickelodeon y versiones de ‘Zombieland’, ‘Cobra Kai’ o ‘G.I.Joe’. Ah, y un juego de Olaf, de ‘Frozen’, para Nintendo 3DS que Disney ha hecho como que no existía. Por favor, que alguien trate al gorila más famoso de la historia con dignidad.