Está claro que el Monsterverse se encuentra en un momento muy dulce. Aunque no todos lo tenían claro cuando Legendary Pictures anunció un universo basado en dos iconos monstruosos como son King Kong y Godzilla, a medida que han ido estrenándose películas ha quedado claro que es el mejor camino que podrían haber tomado.
Ahora, con Godzilla y Kong: El nuevo imperio, la apuesta se ha doblado respecto a los filmes anteriores, y vemos con asombro cómo estos dos grandes monstruos hacen equipo para luchar con amenazas aún peores. Bajo la dirección magistral de Adam Wingerd y con un reparto estelar liderado por Rebecca Hall, la película ha sido todo un éxito. Pero ¿qué nos dice su final?
Un final que deja claro el futuro del Monsterverse
La trama de Godzilla y Kong culmina con King Kong explorando la Tierra Hueca en busca de otros miembros de su especie, solo para encontrarse con una desagradable sorpresa: gorilas gigantes que viven bajo el dominio del tiránico Rey Cicatriz en una región volcánica. Este despiadado simio gobierna apoyándose en el poder de Shimo, un coloso cuyos poderes gélidos podrían haber provocado eras glaciales en épocas prehistóricas.
Mientras tanto, Godzilla se enfrenta a desafíos propios en la superficie terrestre, enfrascado en una guerra interminable con otros monstruos y estableciendo su residencia temporal en el Coliseo de Roma, un sitio que le queda bastante al pelo, a decir verdad.
El equipo formado por la doctora Andrews, su hija Jia, Trapper y Bernie, el podcaster conspiranoico, descubre a través de los remanentes del pueblo Iwi que el Rey Cicatriz ya intentó conquistar el mundo de la superficie en el pasado, y que ahora busca hacerlo de nuevo junto a los portales creados por los Iwi.
Ante esta amenaza, King Kong y Godzilla se ven obligados a unir fuerzas para detener al Rey Cicatriz. La alianza se facilita gracias a los poderes telepáticos de Jia, quien logra despertar a Mothra, la Reina de los Monstruos, mediadora entre las dos colosales criaturas.
La batalla final tiene lugar en Río de Janeiro, donde Godzilla y Mothra enfrentan al tirano simiesco mientras King Kong le priva de su fuente de poder, el amuleto que mantiene esclavizado a Shimo. La liberación de Shimo resulta en la caída del Rey Cicatriz, siendo posteriormente derrotado por Kong.
Con la amenaza neutralizada, Jia decide acompañar a su madre de regreso a la superficie, mientras que King Kong retorna a su hogar entre los gorilas, estableciéndose como su nuevo líder junto a Shimo y Suko. Por su parte, Godzilla encuentra un merecido descanso en Roma, instalándose en el Coliseo una vez más. Sin embargo, la incertidumbre persiste ante la eventualidad de una nueva amenaza que pueda requerir su intervención. Es decir, que nuevos monstruos están al acecho.
