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Facebook ha vendido tus mensajes privados a Netflix, aunque eso no es lo peor de todo

Facebook descubrió hace ya una década que su verdadero negocio estaba en sus usuarios, principalmente, en utilizarlos como moneda de cambio para su propio uso

Facebook ha vendido tus mensajes privados a Netflix, aunque eso no es lo peor de todo
Álvaro Arbonés

Álvaro Arbonés

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Monetizar el contenido en Internet es difícil. Lo sabemos bien. Google hace reglas cambiantes, las proyecciones son ilusorias, y donde hoy está el dinero, la semana que viene puede haber un sumidero terrible. Hacer de Internet un negocio es duro, requiere muchos reflejos, y tener cierta perspectiva de futuro. Algo de lo que suelen carecer las grandes empresas.

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El titular es que Facebook ha vendido los mensajes directos de millones de usuarios de la plataforma a Netflix, pero la historia es más que eso. Porque para llegar ahí, primero tenemos que hablar de las relaciones que se dan entre extraños compañeros de cama cuando hay dinero de por medio. Cómo las proyecciones de negocio pueden llevar a crear nuevo contenido. Y cómo eso puede acabar saboteando los intereses propios.

Porque, para empezar, hay que señalar una cosa: todo el mundo está intentando hacer dinero del streaming, pero nadie sabe aún cómo. Twitch no genera beneficios. Netflix es deficitario. Xbox Game Pass es un pozo de dinero. Y Facebook, cuyo negocio no tiene nada que ver con el streaming, decidió sumarse al mismo con Facebook Watch.

Facebook Watch es un servicio de vídeo bajo demanda que estrenó Facebook el 10 de agosto de 2017 en EEUU y el 30 de agosto en el resto del mundo. Gamificando la experiencia de ver vídeos, su intención era hacer una gran inversión en este servicio. Entre otros productos, se estrenó con shows originales como Red Table Talk, Sorry for Your Loss o Steve, además de contenido de National Geographic. Un contenido más basado en el entretenimiento que en la ficción.

Lo interesante es que, entre 2016 y 2017, en Facebook invirtieron más de mil millones de dólares en Watch. Facebook, explícitamente, dijo querer series de 30 minutos, además de otras más breves, con episodios de 5 a 10 minutos. Los productos que ponían como ejemplo de por donde se dirigían sus intereses eran House of Cards o Scandal. Algo ni similar a lo que acabaría ofreciendo la plataforma.

¿Qué ocurrió? Lo que ocurrió fue Netflix. Si bien el entonces CEO de Netflix, en 2017, afirmó que no había un gran conflicto con Facebook, ya que no estaban compitiendo por los mismos productos. Pero en 2018, cuando en Facebook Watch quisieron adquirir la licencia de Dawson Crece, en competición con Netflix, recibieron un recorte de 750 millones de dólares salido de la nada. De ese modo, Netflix acabaría haciéndose con los derechos de Dawson Crece, y Facebook Watch comenzaría a iniciar su desmantelización, hasta llegar a la cancelación de todos sus programas en 2023.

¿Por qué ocurrió esto? Porque a Facebook no le interesaba competir con Netflix. Y todos los detalles nos han llegado a causa de que recientemente se han desvelado los documentos usados en un juicio antimonopolio, aún en marcha, en contra de Meta. La compañía madre de Facebook. Lo cual ha arrojado luz sobre todo lo ocurrido.

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Facebook, al percibir un descenso en el crecimiento del precio de los anuncios entre finales de 2015 y 2016, decidieron desarrollar otras estrategias comerciales para aumentar las señales que recibían los sistemas de inteligencia artificial/machine learning que sostiene su negocio de anuncios. Una de esas estrategias fue la producción de contenido de televisión, a través de Facebook Watch. Y con eso pretendían aumentar la cantidad de dinero que generaba cada anuncio, a la par que desplegaban mayor cantidad de anuncios a sus usuarios.

¿Qué ocurrió? Que cuando Facebook Watch pudo entrar a competir con Netflix, o al menos pisar sus intereses, desde Meta decidieron que no era conveniente. Esto es debido a que Netflix es una de las empresas que más dinero invierte en publicidad en Meta.

De hecho, aquí llega lo más preocupante. Facebook ha confirmado que comparte la información no sólo con Netflix, sino con numerosas otras empresas. Además, con Netflix en particular, comparte también la información de nuestros mensajes directos, como mínimo de aquellos relacionados con su servicio, tras un acuerdo que alcanzaron en julio de 2018. Aproximadamente al mismo tiempo que Facebook Watch recibía un brutal recorte, impidiendo que pasara a competir como un servicio de streaming completo.

Durante 2019, Netflix invirtió 200 millones de dólares en anuncios de Meta. Para febrero de 2015, estaba en 40 millones anuales, y en 150 millones en 2017.  Teniendo en cuenta que Facebook pasó de tener unos ingresos de 4.280 millones de dólares en anuncios en 2012 a tener 69.660 millones de dólares en 2019, es evidente que su interés radicaba más en mantener contentos a la gente que quisiera invertir en publicidad en Facebook que en levantar un emporio audiovisual.

Meta no sólo se ha conformado con vender los mensajes privados de sus usuarios a Netflix. También lo ha permitido, como mínimo, a Spotify. Teniendo en cuenta que se sabe que, como mínimo, también vendió los datos de sus usuarios a Cambridge Analytica, no es difícil inferir de dónde viene el exponencial crecimiento de Meta, con Facebook a la cabeza.

Porque además, no sólo ganan dinero de la publicidad, sino también vendiendo todos los datos que le ofrecen sus usuarios. ¿Para qué generar contenido cuando puedes, simplemente, vender anuncios utilizando la información de tus usuarios como manera de conseguir que inviertan más en tus anuncios? Porque si pensabas que eso sólo implicaba lo que igualmente estabas ofreciendo públicamente, quizás debas empezar a pensarlo dos veces.

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Álvaro Arbonés

Álvaro Arbonés

Periodista cultural y escritor con especial interés en lo audiovisual y todo lo que se pueda jugar. No he venido a hablar de mis libros, pero siempre puedes preguntarme por ellos si tienes curiosidad.

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