Algunos juegos son imprescindibles. Tienen un valor que trasciende la diversión, o el haber triunfado en un determinado público, para llegar más lejos. No es necesariamente que sean juegos más profundos o más complejos, sino que realmente han hecho algo particular por el medio. Han conseguido abrirlo a otros públicos, han creado una escuela de diseño propio, o estaban tremendamente adelantados a su tiempo. Cosas que sólo unos pocos logran.
Si preguntáramos a prácticamente cualquier experto en videojuegos que nos diera una lista de videojuegos imprescindibles, es seguro que nos diría que uno de esos juegos es Journey. Porque si bien salió hace ya más de una década, su memoria sigue vigente. Porque es uno de esos videojuegos que cambiaron cómo hablamos de videojuegos.
Journey es un juego desarrollado por Thatgamecompany, dirigido por Jenova Chen, que tendría su lanzamiento el 13 de marzo de 2012. Con un port a PlayStation 4 en julio de 2015, a PC en junio de 2019 e iOS en agosto de ese mismo año, su negativa a morir o ser olvidado es una demostración de su importancia. Algo que fue evidente, también, por cómo fue recibido por crítica y público.
Thatgamecompany venía de hacer Flow y Flower, dos juegos muy bien valorados por crítica y público, pero que no tuvieron un gran impacto dentro de la industria. Journey era su tercer juego con Sony, con quienes habían firmado un contrato para la producción de una trilogía de juegos, y cosechó todo el éxito que habían estado cocinando con los dos primeros. Con una nota media de 92 en Metacritic, tanto en su lanzamiento original en 2012 como en su relanzamiento en 2015, fue un éxito de crítica y público ominoso. Ganando numerosos premios, especialmente premios a juegos del año y a mejor banda sonora de un videojuego.
Si te preguntas de qué va Journey, es, como su nombre indica, sobre un viaje. Ahora bien, el juego es parco en palabras. Encarnamos a un personaje con una enorme bufanda, en mitad del desierto, y en el horizonte vemos una montaña. No tenemos ninguna otra referencia. El juego no nos dice qué hacer. Entendemos que nuestro propósito es llegar a esa montaña porque estamos en medio de ninguna parte y el juego se llama Journey. Y ahí comienza la magia.
Andar en Journey es una delicia. Subir dunas, bajarlas deslizándote, es delicioso gracias a un extraordinario departamento de arte y un excelente trabajo de particulas. La arena sale volando, nuestra bufanda flota en el aire y la música acompaña. Cuando el viento arrecia o tenemos que subir dunas, notamos la dificultad para movernos. Cuando nos deslizamos cuesta abajo, es como si no existiera fricción alguna. Siete años antes que Death Stranding, un pequeño juego llamado Journey ya entendió que se podía hacer un viaje alrededor de que el movimiento se sintiera extraordinariamente bien.
Pero eso no es todo. Porque otra de las cosas que añade una capa especial a Journey es que, durante nuestro viaje, nos encontramos con otros personajes idénticos a nosotros. Y todos ellos son otros jugadores experimentando lo mismo que estamos disfrutando, o sufriendo, en ese mismo momento.
Al igual que el juego no te explica nada, sólo te deja llegar a tus propias conclusiones, tampoco te deja comunicarte con esas personas. O no a través de un lenguaje explícito. No hay chat de ninguna clase, ni de voz ni escrito, pero es posible comunicarse con los otros. A través de los movimientos que hagamos, podemos reaccionar a su presencia.
Es ahí donde ocurre la magia. Andar hombro con hombro en Journey, saltar para mover nuestra bufanda y llamar la atención de alguien, o perderlo en medio de uno de los eventos del juego y sentirnos de repente desolados, es parte de la experiencia. El núcleo emocional del juego. No hay una historia como tal, más allá de lo que nos cuenta el ambiente —que nos da a entender la caída de una antigua civilización mucho tiempo atrás—, y aquello que extraigamos del viaje y nuestros encuentros.
Si te llama la atención todo lo que te hemos contado, este es tu momento para jugarlo. Journey tiene un 85% de descuento en Steam, costando la irrisoria cantidad de 2,09€. Más barato que algunos cafés que has podido tomarte a lo largo de tu vida.
También es un momento excelente para jugarlo, en general, porque ese precio hará que mucha gente se anime a probarlo. Durante los próximos días, muchas personas estarán jugando por primera vez a Journey. Y como vuelve a estar en el candelero, mucha gente aprovechará para rejugarlo. Esto hace que ahora sea el mejor momento posible para vivir la experiencia de Journey desde, al menos, 2019. Algo que no sabemos cuándo volverá a ocurrir, y que deberías aprovechar para experimentar.
