Se acerca Halloween y todo el mundo tiene geniales recomendaciones. Porque el terror es un género prolífico y lleno de películas de calidad… y reguleras. Sin duda hay más pelis malas que buenas, pero así es la vida.
Y si algo tiene el terror, como subgénero en sí mismo, es que es sector dominado por las secuelas. Si una película original tiene éxito (o moderado éxito), lo más probable es que reciba una secuela. Por desgracia, muchas de las secuelas son pésimas.
Pero no todas las secuelas son malas. De hecho, pueden complementar e incluso mejorar el original. En el caso de algunas de las mayores franquicias de terror, estas tres secuelas ayudaron a ampliar sus posibilidades narrativas y estilísticas.
Las películas que hoy traemos son secuelas de terror infravaloradas por la crítica y merecen ser vistas de nuevo y recibir más atención y cariño por parte de sus respectivos seguidores. Así que, ¡vamos allá!
Halloween II (1981)
Halloween II fue injustamente criticada cuando se estrenó, sobre todo por cometer dos pecados imperdonables: no era el Halloween original y transformó a Michael Myers de un Boogeyman cualquiera en un asesino con un motivo sacado directamente de una telenovela.
El tiempo ha sido benévolo con la secuela dirigida por Rick Rosenthal, e incluso después de 40 años y casi una docena de nuevas entradas, sigue siendo probablemente la mejor secuela de la franquicia de Halloween.
Lo que hace que Halloween II sea tan eficaz es que se atreve a continuar la noche de terror que comenzó en la primera película, siguiendo aJamie Lee Curtis mientras se recupera de haber estado a punto de morir.
Y no se le reconoce el mérito suficiente por relatar con pericia cómo la pequeña ciudad de Haddonfield se va desmoronando poco a poco mientras intenta capturar a un asesino imposible de atrapar.
Halloween II aumenta el contenido gore, y aunque muchos críticos se mofaron de ello (tanto entonces como ahora), en realidad es bastante eficaz. Mientras que Halloween funciona más como un thriller, Halloween II es descaradamente un slasher de los decentes.
El exorcista II: El hereje (1977)
Generalmente considerada como una de las peores películas de todos los tiempos, El exorcista II: El Hereje no es del todo inocente de ser un poco mala.
La trama tampoco tiene mucho sentido, y el protagonista masculino, Richard Burton, tiene un aspecto de resaca perpetua, y casi se mofa de los malos diálogos que tiene que soltar a lo largo de la película.
Y, sin embargo, hay una extraña belleza en El exorcista II, una extraña energía que la hace totalmente original y diferente a cualquier otra película que se haya hecho jamás.
Esto se debe en gran parte al director, John Boorman, y al director de fotografía, William A Fraker, que llenan la pantalla de imágenes salvajes, teñidas por el sol, que te hacen creer en lo divino. Hay terror en la extraña y mancillada belleza de esta película, y es un espectáculo digno de contemplar.
Pesadilla en Elm Street Parte 4: The Dream Master (1988)
De todas las películas de Pesadilla en Elm Street, la tercera parte, Los guerreros del sueño, suele considerarse la mejor y más popular (con razón), mientras que la segunda parte, La venganza de Freddy, recibe la mayor parte de las críticas.
Curisomanete, la película favorita de Freddy de mucha gente es su Parte 4: The Dream Master, ya que es la que mejor muestra lo que hace que las películas de terror de Pesadilla en Elm Street funcionen tan bien para empezar: grandes heroínas femeninas, un reparto secundario que realmente te importa, humor fuera de lo común y espectaculares efectos visuales de terror.
La 4ª parte también se lleva un espaldarazo por traer de vuelta a los supervivientes de la última entrega y matarlos descaradamente uno a uno, manteniendo así al público con la duda de qué demonios va a pasar a continuación.
Además, los asesinatos de esta película son de los mejores, con la empollona Shelia recibiendo un beso con lengua hasta la muerte, el cachondo Joey siendo asesinado por un sueño húmedo literal convertido en pesadilla, y la deportista Debbie convertida en una cucaracha gigante y aplastada por Freddy. ¿Da miedo? La verdad es que no, pero es ligeramente demente, un poco asquerosa y siempre ingeniosa.
