Dungeons & Dragons tiene el encanto de ser prácticamente infinito. Eso se perdió un poco durante los 10s. Centrado más en un par de ambientaciones, esa sensación de que quepa todo no es algo que supieran llevar. Y es una pena. Porque Dungeons & Dragons tiene ambientaciones excelentes, muy diferentes, capaces de representar innumerables formas de fantasía, muy diferentes entre sí, incluso aquellas que son más próximas a la fantasía clásica. Algo que, poco a poco, han empezado a rescatar. No siempre a la perfección, pero siempre con gracia.
Haciendo campañas ambientadas en diferentes mundos, ese es el modo en que Wizards of the Coast está dando otra oportunidad a estas ambientaciones medio olvidadas. Ofreciéndoles la oportunidad de brillar. De ese modo, nos da un vistazo a otras formas de fantasía más allá de la aventura más clásica. Algo en lo que La Sombra de la Reina de los Dragones, la última campaña que han publicado, no es una excepción, ya que no sólo nos lleva al mundo de la Dragonlance, sino que se centra en un aspecto que rara vez vemos en Dungeons & Dragons. Todo un mundo en guerra. Y las posibilidades que ello ofrece.
Esta guerra nos cuenta como Takhisis, la Reina de los Dragones, vuelva al mundo de Krynn con un ejercito de dragones para hacerse con todo el planeta. La única esperanza que queda ante ella es la nación de Solamnia, donde empiezan los jugadores, que deberá hacer frente a esta amenaza imposible, con la ayuda de nuestros personajes. Porque la Reina de los Dragones busca un arma mágica con la que podría cambiar el curso de la historia.
En términos de campaña, está tan desarrollado y cuidado como cabría esperar. Con todas las reglas, explicaciones y desarrollo que nos permite hacernos sentir que estamos en medio de una campaña bélica, tanto en despachos como en campamentos y misiones de rescate, exploración, o asedio, es un ejercicio estupendo para quienes quieran tener una historia épica con un tono bélico. Pero no se queda ahí. Porque aunque sólo son unas pocas páginas, todo el libro está lleno de detalles sobre el lore de la Dragonlance, incluidas nuevas clases de personajes y una nueva raza jugable, los kender, que harán los delicias de los más nostálgicos. Incluso si se quedará corto a quienes esperaban un libro de campaña completo.
Como campaña, La Sombra de la Reina de los Dragones es fabulosa. Como libro de ambientación, es un bocado que despertará tu curiosidad y te llevará a querer saber más de Dragonlance. En ambos casos, sirve a su propósito de forma más que ideal: es una buena campaña; un excelente ejemplo de cómo introducir elementos bélicos en Dungeons & Dragons; y da las bases para poder jugar Dragonlance en la quinta edición del juego. Pudo ser más. Sin duda. Pero lo que es, ya es más que notable.