Puede que Elon Musk no sea ya el CEO de Twitter (neguémonos mundialmente a llamarlo X, por favor, no le bailemos el agua al millonario), pero es quien tiene la voz cantante. Y la prueba es que cada nueva decisión que toman es peor que la anterior. La última es que Twitter puede irse de Europa para, así, evitar cumplir con las normas de la Unión Europea. Un genio, el tío.
Si no te escucho no existes
Los usuarios que llevamos media vida en Twitter y que llevamos ya un tiempo tocando el violín mientras el barco se hunde contemplamos con estupefacción cómo Musk, en vez de ayudarnos con botes salvavidas, viene con un hacha a romper la cubierta y que nos ahoguemos lo antes posible. O, traducido al castellano, pretende bloquear la entrada o prohibir la app directamente en territorio europeo.
¿Y qué es esa cosa tan terrible que ha aprobado la UE respecto a las redes sociales que tanto odia el magnate? Bueno, una serie de leyes para prevenir el la proliferación de contenido dañino, prohibir o limitar prácticas de odio hacia usuarios determinados y compartir datos internos con reguladores e investigadores asociados. Oh, no, qué horror, un Internet mejor, esto no se puede permitir.
Esta decisión se une a otras que Musk ha decidido tomar en los últimos meses, como eliminar el bloqueo de cuentas, hacer que los nuevos usuarios paguen un euro al año para evitar los bots o empezar a cobrar más a los que ya estaban pagando. Se nota que la cosa va bien cuando tiene que sacar dinero hasta de debajo de las piedras: antes de su llegada Twitter era una red horrible, sí, pero al menos era nuestra red horrible.
Ahora es la red horrible de un genio del mal. Sin duda, hemos salido perdiendo. Toquemos más rápido el violín, que esto se acaba.
