Es el mejor juego de 2023. O, al menos, el juego con la mayor nota en Metacritic este año, si bien está empatado con otro gran lanzamiento como lo es Baldur’s Gate 3. Y muy cerquita tiene a Metroid Prime Remastered y Resident Evil 4 Remake.
Pues bien, uno no es un buen juego sin sus contradicciones y misterios. Y Zelda: Tears of the Kingdom no es ajeno a este problema que todos pudimos ver una vez comenzamos la historia de Link.
Uno de los mayores misterios de The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom ha sido casi resuelto, ya que el director Hidemaro Fujibayashi ha ofrecido una explicación de por qué no hay tecnología Sheikah en el título de Nintendo Switch, a pesar de que en Breath of the Wild era parte fundamental del juego.
¿Un error o una vaga justificación para crear nuevas mecánicas?
En Breath of the Wild, el mundo de Hyrule está repleto de tecnología Sheikah, de la que se dice que fue creada miles de años antes de los acontecimientos del juego.
Desde las torres de todas las regiones, los terroríficos Guardianes, las enormes Bestias Divinas y el elegante iPad de Link, la Pizarra Sheikah, hay en abundancia.
Sin embargo, a pesar de que Tears of the Kingdom tiene lugar tan solo unos años después de los acontecimientos de su predecesor, todas estas cosas han desaparecido, sin que el juego explique por qué.
En una nueva entrevista con The Telegraph, Fujibayashi ha reconocido este enigma: “Desaparecieron después de que la Calamidad fuera derrotada (sellada)”, dijo Fujibayashi, refiriéndose al final de Breath of the Wild.
“Toda la gente de Hyrule también fue testigo de ello, pero no hay nadie que conozca el mecanismo o la razón por la que desaparecieron, y se considera un misterio. Se cree que desde que la Calamidad desapareció, ellos también desaparecieron, ya que su papel se había cumplido”, explica.
Continuó señalando que Hyrule no es ajeno a “sucesos misteriosos y fenómenos extraños”. Por lo tanto, sugiere, tiene sentido que no haya “nadie que haya intentado explorar el asunto más a fondo” en el juego.
No obstante, Link querría saber dónde han ido a parar todos sus selfies con Sheikah Slate, digo yo.