Seguro que si piensas en un tebeo te viene a la cabeza un tamaño de grapa clásico: Din A4, pocas páginas, una cosita simpática para llevar en el tren. Pero lo cierto es que se han hecho auténticas barbaridades en los tamaños de los cómics, desde estirarlo (como en la mítica splash page de ocho páginas de The Ultimates) hasta jugar con el medio (el segundo número de ¡Caramba! fue un rollo de papel gigantesco, por ejemplo). Pero, ¿qué pasa cuando se lleva demasiado lejos?
Sal de casa, que entra el cómic
Imagina que vas a tu tienda habitual deseando comprarte el último tomo de ‘Ataque a los titanes’ (‘Shinjeki no kyojin’, para los más otakus) y encuentras que solo está disponible en una edición muy concreta. En particular, este manga gigante estaba pensado para caber en la mano de Eren en su forma de titán de 15 metros: cada página medía un metro de altura por 71 centímetros de anchura, y su peso era de casi 14 kilos (13,7 para ser exactos). Vamos, perfecto para hacer pesas después de leerlo como es debido.
Conste que ni se acerca a la edición de 2012 de ‘Este es el profeta Mahoma’, un libro que medía 8 metros de alto por 5 de ancho y pesaba… ¡1500 kilos! Visto así, lo de ‘Ataque a los titanes’ es, prácticamente, un manga de bolsillo. Y si esto te parece exagerado (por lo que sea), siempre tienes la opción de probar tu agudeza visual, lupa en mano, echando un vistazo a un cómic más pequeño que tu uña.
Curiosamente, el cómic más pequeño del mundo pertenece a uno de los conglomerados empresariales más grandes del mundo: Disney. En 2018, un cómic del Pato Donald fue publicado en Noruega en una tirada de 1000 ejemplares. Hasta ahí todo bien: el problema es que medía 3,52 centímetros de alto por 2,56 centímetros de largo y necesitas una lupa para poder ver, con atención, ¡que se puede leer sin ningún problema!
No creas que ha superado por mucho al récord anterior (que aún está desactualizado en la web de los Guinness): apenas 2 milímetros. El cómic del Pato Donald, por cierto, fue previamente publicada en 2016 exclusivamente para Noruega y es una versión de una historia mitológica de allí. Aunque para comprobarlo casi haga falta un microscopio.