La tecnología cambia todo y la tecnología cambia todo el tiempo. Esto, que tiene un lado positivo, también tiene el lado trágico de que la preservación tecnológica no sólo es una necesidad, sino una necesidad que rara vez se comprende. A lo largo de toda la historia de la humanidad se ha perdido el grueso de nuestra cultura por la incapacidad para preservar nuestra tecnología ya obsoleta. Y parece que estamos a punto de vivir otra vez una de esas transiciones catastróficas.
Tokyo Laboratory va a cerrar sus puertas el próximo otoño. Si no te suena de nada el nombre de esta compañía, es normal, pero en realidad ha trabajado muy de cerca en muchos animes que adoras.
Propiedad de TOHO, Tokyo Laboratory fue fundado en 1955 para editar, archivar y desarrollar películas. Debido a su disposición privilegiada, TOHO empezó a usarlo también como archivo para originales de anime de cine y televisión, gracias a su enorme espacio libre. Por ejemplo, franquicias como Mobile Suit Gundam, Astro Boy, Naruto o Detective Conan usan los servicios del Tokyo Laboratory para atesorar sus originales para preservarlos con la máxima seguridad posible.
Pero la función de archivo de Tokyo Laboratory es secundaria. Su función primaria es la edición y desarrollo de películas. Y debido al cambio del anime al digital, que ocupa mucho menos espacio físico, no necesitan de esas instalaciones para preservar el contenido que producen.
Entonces, ¿qué va a ocurrir con todos los originales que tienen allí depositados? En Tokyo Laboratory están intentando devolverlos a sus legítimos dueños. Por desgracia, es probable que muchos no lo hagan. En esos casos, están legalmente obligados a destruir todos los originales que posean de los cuales no sean los titulares de los derechos. Algo que supondrá una pérdida brutal para el anime en particular, pero también para la cultura en general.
Es por eso que el cierre de Tokyo Laboratory es doblemente triste. Por un lado, porque se va una empresa mítica para la industria. Por otro, porque con ella van a desaparecer muchos originales de los cuales no sabremos ya nunca nada más. Una auténtica desgracia para el medio.
