Baldur’s Gate 3 es un juego absolutamente masivo. Es divertido, es alucinante, pero si te sientes un poco perdido es normal. Tras más de treinta horas en la versión final —y no pensamos contarte cuantas en la de early access—, estamos aquí para darte algunos consejos imprescindibles para comenzar a jugar a Baldur’s Gate 3. No esperes aquí cosas sobre qué clase coger ni nada parecido. Aquí vamos al turrón. A casos prácticos. Así que coge papel y lápiz, porque vas a aprender a jugar al juego que llevamos 23 años esperando, pero de verdad.
No pases por alto las habilidades atléticas
Entendemos que aquí vienes por la fantasía de poder y lo último que quieres es pensar en hacer algo que no sea liarte a espadazos y tremendos hechizos. Es normal. Pero escúchanos. Las habilidades atléticas son una de las partes más importantes, divertidas y secretamente rotas del juego. Empujar, saltar, moverse en sigilo, cargar con cosas y hacer acrobacias pueden sonar como cosas aburridas hasta que te das cuenta que el juego no tiene límites. Empujar a enemigos a precipicios ha hecho ganables muchos combates que tenía perdidos. Utilizar un barril para lanzárselo a la cara por sorpresa a alguien me ha ayudado no pocas veces. ¡Qué demonios! ¡Coger a un enemigo para tirárselo a la cara a otro enemigo consiguió que ganara un combate demasiado igualado para mi gusto!
Lo mismo ocurre con todo lo que no implica el combate. ¿No sabes cómo acceder al interior de un lugar? Prueba apilando cajas hasta subir por el tejado. O saltando por balcones hasta llegar a la planta baja. O retorciéndote hasta hacerte caber por un agujero minúsculo. ¿Cuál es el límite? Tus atributos y los puntos que hayas dedicado a tus habilidades. Tú verás si quieres ser Un Héroe o alguien que se divierte desentrañando todos los secretos de Faerûn.
Utiliza las físicas en tu favor
Si en algo destaca Baldur’s Gate 3 con respecto de los anteriores Baldur’s Gate es que ahora tiene un relativamente complejo sistema de físicas. Si algo está mojado, le afectará más la energía eléctrica. Si algo está empapado de grasa o está lleno de telarañas, se prenderá fuego con facilidad. Y llegados este punto, creo que no hace falta que te expliquemos mucho más. Excepto porque hay algo que es fácil que se te escape.
Tú puedes crear estos efectos de manera completamente artificial. No hace falta ser mago. Atesora botes de agua o de aceite y tiráselos a la cara a los enemigos antes de lanzarle a la cara tu efecto elemental favorito. Es más fácil hacerlo con magia, pero lanzar Grasa y Bola de fuego no es más efectivo que tirar un jarro de grasa y después lanzar en la zona una antorcha para prender fuego todo en un horrible pandemonio que nadie se esperaba. Quizás tampoco tus aliados. Así que lleva agua encima, por si acaso necesitas apagar ese fuego o limpiar ese charco de ácido rápidamente.
¿Te sabes la de Newton? Pues tu hechicero y tus arqueros también
Si hablamos de físicas es importante que hablemos de Newton. Entendemos que el cine y otros videojuegos te han podido malacostumbrar, pero no: los arcos no son pistolas. Ni siquiera las pistolas se comportan de la manera que creemos la mayoría de las personas. Los proyectiles caen con el tiempo. ¿Qué significa eso? Que cuanto más elevados estén tus arqueros y tus lanzadores de hechizos, más efectivos serán sus ataques.
Aquí el consejo es, además, doble. Posicionarlos bien es importantísimo. Es importante porque no quieres que les maten, porque son débiles al combate cuerpo a cuerpo, pero también porque son más efectivos cuando atacan con una ventaja de altura. Por eso, siempre que te sea posible, sitúalos en las alturas de antemano y, para cuando no sea posible, dótales de medios para que se coloquen en esas posiciones favorables lo antes posible. Hechizos como Vuelo, Levitar o Invisibilidad son una bendición para esto, pero sino Saltar y Sigilo pueden hacer el apaño sino te encuentras en la mejor posición posible.
El ambiente es tu amigo (o no; la verdad es que a veces no)
Relacionado con los puntos anteriores es necesario entender que el escenario es una parte importante del juego. ¿Cómo de importante? De la máxima importancia. Si vamos a crear un muro de fuego, un charco de ácido, vamos a tirar a un enemigo por un barranco o vamos a colocar a nuestros lanzadores de hechizos, tenemos que tener en cuenta dónde vamos a hacerlo. Y eso significa tener en cuenta el ambiente.
A veces una posición elevada puede parecer ideal, pero si estamos entre un barranco y nuestros enemigos, quizás sería mejor perder esa ventaja en favor de no poder morir instantaneamente si cargan contra nosotros. Del mismo modo, hacer caer una lámpara en una habitación o hacer estallar una bomba para hacer caer una estatua para aplastar a varios enemigos puede ser una estrategia ideal en muchas ocasiones, pero no si separa a nuestro grupo de tal modo que los deja expuestos a los enemigos restantes. Por eso, antes de hacer algo que parezca una jugada genial, asegúrate de cuáles serán las consecuencias. Porque puede acabar todo muy mal.
Ser cobarde no es malo: es ser inteligente
Hablando de acabar mal, un consejo: no pelees. Evita las peleas. Tanto cuando salgas a la calle como cuando estés jugando a Baldur’s Gate 3. Pero si te ves obligado a pelear porque no tienes más remedio, o eres un camorrista que no escuchas el mejor consejo que te van a dar nunca, también te cubrimos. Porque a nosotros también nos pica de vez en cuando el gusano de la bronca.
Siempre que sea posible, empieza el combate atacando a tus enemigos antes de que sean hostiles. No es honorable, es una parte que omitirán en los cantares sobre ti, pero ese primer ataque, especialmente si es con un pícaro, puede ser la diferencia entre ganar o perder. Después, si sabes que va a haber un combate, prepárate. Lanza todos los hechizos que necesites para ir con ventaja, coloca a tus personajes en las mejores posiciones posibles y sólo entonces, comienza el combate. Y por encima de todo, cuando ya estés en combate, la principal prioridad siempre es: alarmas primero, sanadores segundo, todo lo demás después.
Créenos, no quieres que lleguen refuerzos tras haberte preparado a conciencia para el combate. Ni que el mejor guerrero enemigo parezca ser incapaz de morir. Y ya que no nos has escuchado en nuestro consejo de no buscar pelea, al menos haznos caso en cómo ganarlas.
Los bonificadores a las tiradas están para que los uses
Decíamos antes que debes prepararte antes de cada combate. Bien. Haz lo mismo antes de cada conversación. Si sabes que vas a tener una conversación importante, una negociación dura donde van a ocurrir cosas donde no quieres que todo salga mal, entonces prepárate en condiciones. Hay hechizos para aumentar las tiradas, hay equipamiento que da bonificadores de toda clase, y puedes equiparlos y desequiparlos en cualquier momento siempre que no estés en combate, en una conversación o en cualquier clase de estado alterado.
De hecho, ¿por qué no aplicas este consejo a todo? ¿Esas ruinas donde hay tantas trampas? Hora de aumentar la percepción y la investigación. ¿Tienes que negociar con tieflings? Puedes utilizar un hechizo para disfrazarte de uno, o utilizar al tiefling de tu grupo para que hable con ellos. Piénsalo. Sois un grupo. Atesoráis montones de hechizos y equipo. ¿Por qué no aprovecharlo?
No te estreses a la hora de elegir tu clase (que además luego lo puedes cambiar)
El último y más importante de los consejos. No te estreses escogiendo tu clase. En general, no te estreses. Es un juego complejo, lleno de sutilezas, pero parece más impenetrable de lo que realmente es. Pero a la hora de elegir clase, no le des muchas vueltas sobre qué clase deberías escoger, porque no puedes escoger mal. Todas son útiles, todas tienen ventajas y desventajas, y todas acaban siendo fuertes y consistentes a medio plazo.
Además, es posible cambiar tu clase en cualquier momento. Para cambiar de clase necesitarás encontrar a un NPC concreto, el bueno de Mustio, y pagarle una pequeña cantidad de oro, pero no te verás obligado a reiniciar toda tu partida si sientes que te has equivocado con tu clase. Por eso, no te estreses. Sólo recuerda nuestros consejos y piensa en todo lo que te hemos contado. Cómo todo se resume en una cosa: disfruta y piensa en Faerûn como un mundo vivo donde el único límite es la imaginación. Eso es lo que hemos aprendido tras más de treinta horas. Y estamos contentos de que sea así.
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