La privacidad y la seguridad son pilares fundamentales en nuestro día a día digital. Las conversaciones privadas, los negocios, la educación, las finanzas e incluso la política se desarrollan cada vez más en el mundo digital y por eso es importante que cuenten con la misma privacidad y seguridad que si estuviéramos hablando de tú a tú con otra persona.
En este sentido la protección de los datos y la privacidad son totalmente imprescindibles para poder utilizar la tecnología con tranquilidad. Sin embargo, la reciente iniciativa legislativa en el Reino Unido está provocando preocupación, y la respuesta por parte de gigantes tecnológicos como Apple, quienes advierten que las nuevas leyes pondrán en peligro la seguridad de los datos y la privacidad de los usuarios.
Cifrado de extremo a extremo: una capa imprescindible de seguridad
El cifrado de extremo a extremo es una de las principales herramientas para garantizar la seguridad de la información. Este método de cifrado implica que solo los participantes de una conversación o transacción pueden leer los mensajes y datos. Ni siquiera el proveedor de los servicios puede acceder a ellos. Cuando se envía un mensaje, este se cifra en el dispositivo del emisor y solo puede ser descifrado en el dispositivo del receptor. Esta tecnología es fundamental para proteger la privacidad de las comunicaciones en servicios como iMessage y FaceTime, por ejemplo.
El cifrado de extremo a extremo ofrece una barrera esencial contra los intentos de acceso y uso indebido de datos privados. Sin él, nuestras conversaciones digitales estarían expuestas. Y con esta exposición los datos podrían acabar en manos de cualquiera, con lo que todo eso podría conllevar.
La nueva legislación del Reino Unido y la resistencia de Apple
La situación en el Reino Unido es delicada. El gobierno británico planea modificar la Ley de Poderes de Investigación (IPA), que podría requerir que las empresas de tecnología deshabiliten ciertas características de seguridad, como el cifrado de extremo a extremo, sin informar al público. Apple ha respondido con una postura firme, argumentando que las propuestas “constituyen una amenaza seria y directa para la seguridad de los datos y la privacidad de la información”.
La propuesta legislativa también podría requerir que Apple informe al Home Office británico sobre cualquier cambio en las características de seguridad del producto antes de que sean lanzadas, y que las empresas no británicas deban cumplir con los cambios de forma que afectarían a sus productos a nivel global.
La reacción de Apple —ocupando un documento de nueve páginas— ha sido drástica y clara: no pueden permitir debilitar la privacidad de los usuarios en todo el mundo para contentar a un solo país, lo que podría conducir a la eliminación de servicios como FaceTime y iMessage en el Reino Unido si las enmiendas se llevan a cabo.
En una posición similar se colocan WhatsApp y Signal, esta última también advirtiendo que dejará Reino Unido ante la necesidad de hacer que la aplicación deje de ser segura. La respuesta de Apple al gobierno británico destaca la importancia de las características de seguridad, como el cifrado de extremo a extremo, para mantener la confianza y la seguridad de todos nosotros.
Por ahora tendremos que esperar, pero esperemos que más pronto que tarde los gobiernos de todo el mundo —incluido el de España que pretende acabar con el cifrado— se den cuenta que la seguridad de las comunicaciones de los habitantes de un país ha de ser prioritaria. Como ha comentado Tim Cook en alguna ocasión “no se pude tener una puerta trasera solo para los buenos”, otros actores menos bienintencionados tardarían muy poco en encontrarla. Algo que hay que poder evitar a toda costa para garantizar que una conversación en el mundo digital es tan privada como la que podemos mantener cara a cara.
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