Internet es un inmenso mar de información, de redes sociales, de noticias, de contenido descargable, de foros, de blogueros y, por supuesto, también de simpáticos vídeos de gatos. Si entendemos que Internet es como el mar, entonces el navegador es como el velero con el que nos movemos por él. Por eso, al igual que elegiremos un buen barco, nuestro navegador deberá ser fiable, seguro, rápido y versátil.
Y eso convierte a Brave en el orgullo de la flota.
Si nunca has oído hablar de Brave, será porque la primera versión de este navegador llegó a los dispositivos iOS a principios del pasado mes de agosto. Actualmente, está disponible para iOS, Android, macOS, Windows y Linux.
A pesar de su reciente lanzamiento, este software fue desarrollado y creado por la compañía Brave Software en mayo de 2015. ¿Y sabes lo mejor? Sus fundadores son Brian Bondy, el creador de JavaScript, y Brendan Eich, cofundador de Mozilla Firefox.
Brave es un navegador de código abierto y ha sido creado por un equipo especializado en privacidad y rendimiento.
Según las propias palabras de Eich, Brave «es más que un navegador, es un sistema nuevo que da valor a la atención del usuario». ¿Cómo se logra esto? Sigue leyendo, pues vamos a entrar a fondo en ello.
Protección y privacidad, la prioridad
Desde el principio, Brave bloquea automáticamente todo tipo de rastreadores de búsqueda. Esto significa que cualquier cosa que pueda obstaculizar la navegación -ya sean cookies, pop-ups, anuncios, datos demográficos o configuraciones de ubicación- no podrá pasar de la primera línea de defensa. Y luego, su gestión queda en manos del usuario.
La personalización y la configuración del cortafuegos te permiten hacer un ajuste exhaustivo de lo que pasa en la red. De esta manera puedes bloquear las cookies o habilitarlas. Si solo quieres bloquear las cookies de terceros, también dispones de esa opción.
El mismo nivel de protección orgánica se aplica al bloqueo de scripts de Brave, así como a la protección de huellas digitales, los métodos de pago, las direcciones, las contraseñas, los rastreadores y prácticamente todo lo demás.
Incluso hay una función nativa que actualiza automáticamente tu conexión a un protocolo HTTPS, lo que te asegura el nivel más alto de seguridad que un sitio puede ofrecer.
Si esto te suena a otro rollo sobre anuncios emergentes, es que no estás viendo todas las posibilidades que te ofrece Brave. El navegador va mucho más allá de bloquear anuncios u obtener tiempos de carga más rápidos.
El problema de los anuncios en las páginas web
Si tienes un teléfono inteligente y lo usas para navegar por Internet, parte del ancho de banda que pagas se destina a cargar un montón de cookies, rastreadores y anuncios, una basura que ni has pedido ni te interesa.
«Es difícil de creer pero pagamos para que los anuncios nos molesten», explica Eich. «Según el New York Times, ya en el año 2015, ese gasto ya representaba unos 23 dólares al mes. 276 dólares al año invertidos para que tu navegador te invada con anuncios que no quieres ver de ningún modo.
Las páginas webs más populares pueden tener hasta 70 rastreadores compitiendo todos a la vez para mostrarnos nuevos resultados o sugerencias. Acaparan el ancho de banda y nos hacen gastar dinero, por no mencionar la ralentización en los tiempos de carga de los sitios web.
«Empezamos a usar Brave en cuanto nos enteramos, y ahora nos sentimos como el conductor que lleva una la tarjeta Via-T y ve al resto de coches atascados en el peaje mientras él lo deja atrás».
Brave carga superrápido
Google Chrome es quizás el navegador más rápido del mercado, pero lo es porque consume una gran cantidad de memoria RAM de nuestro escritorio. Es cierto que este año, Chrome ha endurecido su filtrado de anuncios, lo que supone una mejora destacable.
Prueba a instalar un bloqueador de publicidad en Chrome y verás que las ventanas emergentes y trackeadores dejan de acosarte, pero también puede que bloquees por error algo más que anuncios indeseados.
Por ejemplo, YouTube y la plataforma de mensajería Intercom se bloquean a menudo por error. Además, puedes estar perjudicando las páginas web y los negocios que dependan de esos anuncios para generar ingresos.
Quizás el usuario medio piense que eso no le importa, pero al final esto podría llegar a afectar a la cantidad de contenido gratuito disponible en sitios de noticias, foros o blogs.
Brave carga con gran rapidez. “¿Cómo de rápido?”, te preguntarás. Pues en un ordenador portátil o de sobremesa, los tiempos de carga entre el 50 y el 100 % más rápidos.
Lo notarás todavía más en los dispositivos móviles, donde las páginas pueden llegar a cargarse hasta ocho veces más rápido que en el navegador predeterminado de tu smartphone (como por ejemplo, Safari o Chrome).
Lo más asombroso de todo esto es que Brave es capaz de lograrlo sin sobrecargar tu ordenador. Brave no consume tanta RAM como Chrome, y requiere menos recursos de CPU y memoria.
No está tan sobredimensionado, y aun así iguala, e incluso supera la velocidad de Chrome. Y lo hace sin añadir bloqueadores de publicidad invasivos o engorrosos; todo está ahí de forma predeterminada.
Publicidad basada en blockchain o cadena de bloques
Es cierto que esto todavía no resuelve el hecho de que bloquear la publicidad pueda ser perjudicial para la economía de una web. Brave se lo ha planteado y para resolverlo propone una idea radical: emplear un sistema de registro que recompensa a los sitios web basándose en la atención del usuario.
Con este sistema pretende descentralizar el intercambio de anuncios, de manera que si aceptas la publicidad de un editor, dicha relación y los beneficios que provengan de ella permanecerán entre vosotros dos; nada irá a parar a terceras partes o intermediarios.
En otras palabras: con Brave nunca tendrás que ver banners, pop-ups o anuncios publicitarios. Pero si decides hacerlo, entonces tanto el usuario como el editor de contenido recibirán una recompensa a través de Basic Attention Token (BAT), un concepto nuevo de recompensas económicas.
Basic Attention Token (BAT)
Si decides aceptar anuncios, -cosa que con Brave, insistimos, no tendrás que hacer si no quieres-, cada vez que decidas visitarlos recibirás un Basic Attention Tokens (BAT). «El BAT es el token para monetizar el compromiso del usuario. Deriva del concepto “atención de usuario y por eso se llama así», explica Eich.
Brave vigila tu atención a medida que visitas las páginas y las pestañas, y lo hará de forma precisa y privada. Luego recopila el tiempo y dedicación que diste a estos anuncios, y te recompensa con tokens digitales.
Se trata realmente de un interés enfocado en un anuncio o en un contenido de calidad, en lo que sea que el usuario esté mirando, y da como resultado muchos menos casos de marketing fraudulento y de mala publicidad.
¿Así que Brave guarda tus datos personales?
En realidad no, no lo hace.
Todos tus datos, como el historial de búsqueda o los marcadores, son locales. Los servidores de Brave nunca los ven ni los almacenan. La información permanece en tu dispositivo hasta que decidas eliminarla. Brave nunca vende tus datos personales a terceros.
Entonces, ¿adónde van los tokens?
Respuesta corta: A los editores del contenido.
Cuando ves un anuncio, el usuario y los editores reciben los tokens. Como usuario, tienes el poder de pagar los BAT a un editor que apoyes. Es la forma de comprometerse de manera más fiable y directa con ellos, y de distribuir con mayor precisión tu «atención monetizada» hacia los candidatos elegidos.
El resultado es que ahora puedes elegir quién merece tu atención. Sin duda, eso es mejor que tener que ver docenas de veces el mismo anuncio que no te interesa.
Lo bueno del sistema BAT es que cuando pagas a un editor con estos tokens, se puede recompensar a los usuarios de varias maneras: anuncios mejor adaptados a tus preferencias, o incluso descuentos de los productos de ese editor.
Las páginas web también pueden optar por cobrar BAT por contenido Premium, lo que significa que están recibiendo su recompensa por tu atención.
Volver a los sitios web que visitas
Brave incorpora funciones integradas, aunque optativas, en Brave Rewards. Esto te permite elegir la cuantía de tu aportación y dejar que el sistema dedica por ti a qué lo destina. Sería algo así como invertir unos pocos euros al mes para que se repartan entre tus sitios favoritos y los creadores de contenido.
Esta es una forma de promocionar los sitios web y editores que más te gusten. Si lo ves muy demasiado complicado, puedes elegir que Brave lo haga por ti y distribuya tus contribuciones automáticamente en función de las páginas web a las que dedicas más tiempo.
Si eliges usar Brave Rewards, tienes que saber que tu historial de navegación siempre será privado. El sistema de registro anónimo de Brave permite que tu colaboración esté disponible para los propietarios de la web que elijas, pero aun así tú te no te tienes que identificar.
Si esto te parece interesante, quizás te alegrará saber también que más de 10 mil creadores de contenido y editores ya se han registrado para recibir Brave Rewards.
Si esto no te convence, ¡no te preocupes! Navegar con Brave es 100 % gratis, y siempre puedes hacerlo sin ningún tipo de publicidad. ¡Todo depende de tus preferencias!
Si no estás seguro de si Brave es el mejor navegador para ti, te recomendamos que lo instales y lo descubras por ti mismo. La descarga y la instalación es completamente gratuita, y en el siguiente artículo te guiamos en el proceso para hacerlo.
¡Nos vemos en la red!
