El videojuego está repleto de villanos memorables. Bowser, Ganondorf, Sephirot, Doctor Eggmann o Albert Wesker son nombres que se le vienen rápidamente a la mente a cualquiera que quiera pensar en lo peor de lo peor. En gente que nos ha hecho la vida imposible, alegrándonos innumerables tardes en el proceso. Por desgracia, en la industria del videojuego también hay villanos, mucho más reales, que parecen dedicados sólo a ser una caricatura de un ser humano. Entre ellos, nuestro favorito, probablemente sea Bobby Kotick.
Nacido en 1963 en Estados Unidos —no podemos dar más datos biográficos porque, de hecho, nunca ha querido desvelarlos—, es el CEO de Activision Blizzard desde 2008, y seguirá siéndolo al menos hasta que acabe la compra de la empresa por parte de Microsoft. Entre otras muchas cosas, Bobby Kotick es una persona que ha sido acusada e investigada por acoso sexual, ya que bajo su liderazgo el ambiente de trabajo de la empresa ha llegado a ser tan tóxico que una mujer fue acosada hasta ser conducida al suicidio, y sus declaraciones públicas son tan controvertidas que, no pocas veces, sus palabras han hecho caer significativamente el valor de la empresa en bolsa. Bobby Kotick genera menos problemas cuanto menos habla y más delega, pero para frustración de la gente de su empresa, ha decidido hablar de uno de los temas más de moda actualmente: el uso de las IA.
Durante una conferencia la última semana Kotick ha afirmado que piensa que la IA puede jugar un gran papel en el desarrollo de videojuegos. Afirmando que la IA «empezó con la idea de ganar a juegos, fuera este Warcraft, o Dota, o Starcraft, o el Go, o el ajedrez», afirmando que actualmente ha evolucionado a algo más allá, al ser modelos de aprendizaje de lenguaje, pero que ha sido una tecnología siempre muy asociada con los videojuegos. De ese modo, cree que el uso de la IA «nos permitirá hacer cosas que no hemos sido capaces de hacer en mucho tiempo». ¿Y qué ejemplo ha puesto? Resucitar la franquicia Guitar Hero.
Exactamente como haría eso, es algo que no ha explicado en términos inteligibles para nadie que no sea Bobby Kotick. Afirmando que «siempre he tenido una idea de lo que un nuevo producto de Guitar Hero podría ser» gracias a las IA, todo lo que ha dicho al respecto es una concatenación de frases que apenas sí tienen sentido alguno por separado, mucho menos cuando intentan conjurar alguna clase de idea. Si tenemos que adivinar qué puede tener en mente, podemos suponer que se refiere a que la IA podría crear inputs de cualquier canción que los jugadores introdujeran, sin necesidad de programadores que crearan los patrones para cada tema en particular, pero dado que no ha aclarado nada en absoluto, no sabemos a qué se refiere exactamente.
Lo que sí sabemos es que Blizzard ha patentado una tecnología que serviría para que una IA creara contenido visual alimentándose de los diseños creados por los artistas de la empresa. Algo que algunos exempleados de la empresa han criticado duramente y que ha defendido el propio presidente de Blizzard, argumentando que se usará para que los artistas se centren exclusivamente en las tareas valiosas de su producción. Pero el problema es el de siempre. Si la tecnología les permite sustituir a sus empleados, ¿qué les impide hacerlo?
Si China sirve de ejemplo, sus propios clientes. Los jugadores. Porque recientemente, algunas de las mayores empresas de videojuegos del mundo como son Tencent, NetEase y miHoYo decidieron intentar agilizar su proceso de producción utilizando arte generado por IA en sus videojuegos. Esto ha llevado a encendidas críticas por parte de los jugadores chinos, criticando a estas publishers por crear «carcasas digitales», llevando incluso al gobierno chino a plantearse crear una nueva ley que requiera que las compañías especifiquen si alguna clase de IA ha sido creada para crear su contenido. Algo que podría suponer un duro golpe para cualquiera que quiera usar contenido generado por IA, dada la dura oposición que genera entre el público.
Es por eso que Bobby Kotick puede jugar a ser inocente y esconderse detrás de Mike Ybarra, pero la realidad es que resulta difícil no ver que detrás de su apasionada, aunque más bien incoherente, defensa de las IA lo que hay es lo de siempre: un modo de generar más dinero a costa de sus empleados y los consumidores. Por eso sólo podemos definirlo como un villano. Incluso como nuestro villano favorito. Porque ningún otro villano es tan transparentemente diabólico en la industria del videojuego. Ni nadie parece tener tan fácil salirse con la suya como Bobby Kotick.
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